Agencias

Washington. – El ex presidente estadounidense Richard Nixon mantuvo una relación homosexual con el banquero Charles «Bebe» Rebozo, presuntamente conectado con redes mafiosas, según un nuevo libro que se publicará el próximo mes en Estados Unidos.

«Nixon’s Darkest Secrets: The Inside Story of America’s Most Troubled President» («Los más oscuros secretos de Nixon: La historia oculta del presidente más problemático de Estados Unidos»), del veterano corresponsal de la Casa Blanca Don Fulsom, retrata la supuesta «relación turbulenta» del ex mandatario con su cercano amigo Rebozo, de origen cubano, según informó el diario Huffington Post en su edición digital.

La acusación es especialmente chocante dada la fama de homófobo que cosechó Nixon durante su presidencia (1969-1974).

Cuando uno de los asesores de su predecesor, el ex presidente Lyndon Johnson, fue hallado manteniendo relaciones con un marinero, Nixon le llamó «enfermo» y opinó que ese tipo de personas «no pueden ocupar posiciones que requieran de confianza», señala el libro.

La amistad de Nixon y Rebozo era muy conocida durante sus años en la Casa Blanca y el mandatario solía organizar vacaciones en la residencia del banquero en Key Biscayne, Florida, tanto con su esposa Pat como sin ella.

Según el FBI, Rebozo mantuvo cercanos lazos con dos de los mayores capos de la mafia de la década de 1960, Santo Trafficante y Alfred «Big Al» Polizzi.

Para escribir el libro, Fulsom recurrió a informes oficiales y entrevistó a antiguos funcionarios de la Casa Blanca y a ex congresistas estadounidenses, según indica la editorial, Thomas Dunne Books, en su página web.

Entre esas entrevistas se encuentra el testimonio de un ex reportero de la revista «Time» que aseguró que, durante una cena en Washington, pudo ver cómo Nixon sostenía la mano de Rebozo bajo la mesa.

El libro también eleva a un nuevo nivel la imagen de misógino que rodeaba al líder que debió dimitir por el escándalo del Watergate, al asegurar que Nixon maltrataba a su mujer.

Además, mantiene que el presidente tenía un problema con la bebida y que sus asesores más cercanos se referían a él como «nuestro borracho».