Estudiantes y sindicatos de base han protestado ayer en 60 ciudades italianas contra la crisis y los recortes económicos y a favor del “derecho a la educación”, en el mismo día en que el nuevo primer ministro, Mario Monti, se presentó al Senado para someter a su Gobierno a un voto de confianza.
En las ciudades de Milán, Turín, Palermo y Roma los manifestantes se enfrentaron a las fuerzas del orden que les impedían continuar la marcha que, en el caso de Roma, intentó llegar al Senado, donde Monti exponía a los senadores su programa de Gobierno.
En la capital italiana, los estudiantes aplaudieron el fin del Gobierno de Silvio Berlusconi y de su ministra de Educación, María Stella Gelmini, pero aseguraron que no bajarán la guardia en la reclamación de sus derechos ante el nuevo Ejecutivo.
Paralelamente a la protesta, la recién nombrada ministra de Políticas Sociales, Bienestar e Igualdad, Elsa Fornero, declaraba a los periodistas: “Tendremos en gran consideración las razones de la protesta”.
En la capital de Lombardía, Milán (norte), la protesta congregó a unos 10.000 estudiantes y se vivieron momentos de fuerte tensión cuando en dos ocasiones se enfrentaron dos grupos de manifestantes, que finalizaron con un herido.
Los manifestantes de Milán protestaron al grito: “Ni Berlusconi, ni Monti”. En la capital siciliana, Palermo (sur) los manifestantes se instalaron frente a una sede del Pueblo de la Libertad, el partido de Berlusconi, y de la sede del Banco de Sicilia, y los encuentros entre estudiantes y policía dejaron un saldo de al menos un herido, según los medios de comunicación.
En Florencia (norte) los estudiantes portaban pancartas en las que se leían lemas contra el nuevo Ejecutivo: “Monti cerdo, siervo del capitalismo”, “La crisis es de ellos y el dinero nuestro” o “Contra banqueros y patrones”.