LibreRed / Agencias
Los habitantes de la la provincia de Celendín, en el departamento de Cajamarca (norte de Perú), pidieron este viernes la suspensión del proyecto minero Conga y la dimisión del ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi.

Los pobladores de los distritos Huasmín, Sorochuco, La Encañada y Bambamarca y sus autoridades tomaron la decisión de continuar con el paro hasta que el ministro de Energía y Minas presente su renuncia y se cancelen definitivamente las operaciones en el proyecto minero Conga que se ejecuta en Yanacocha, la mina de oro más grande de Sudamérica.

El secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep), Ramón Abanto, amenazó este viernes con radicalizar la protesta tras afirmar que no dialogarán con el primer mandatario, Ollanta Humala, porque ello implicaría negociar la vida de la población.

Sostuvo que “no se puede convivir con el agua y el oro” toda vez que instara a Humala gobernar para el pueblo y no para las mineras.

“Lo que queremos es que se solucione el problema, pero no permitiendo actividades mineras en cabecera de cuencas. Por lo tanto, nosotros no vamos a entrar a un diálogo, (porque) esto significa negociar en una mesa cuánto cuesta la vida de los celendinos”, explicó Abanto en entrevista a medios peruanos.

El presidente de Perú, Ollanta Humala pidió el jueves a través de su cuenta en twitter cordura y diálogo al paro antiminero en Cajamarca. “Hago un llamado a la cordura y al diálogo a nivel nacional, creo que es la mejor forma de construir el desarrollo”, expresó.

Centros educativos, comerciales, financieros así como el transporte público se plegaron al llamado a paro el jueves. La protesta se caracterizó por su carácter pacífico, pese a versiones alarmistas que lo precedieron, sobre supuestos aprestos violentos del frente de organizaciones sociales que dirige la huelga.

 

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Pobladores y policías se enfrentaron el viernes dentro del campamento de un millonario proyecto minero en Perú, dejando al menos un herido en el segundo día de protestas contra el plan que contempla el trasvase de cuatro lagunas para buscar oro.

El conflicto amenaza con crecer y pone a prueba al Gobierno de Ollanta Humala, que apoya la ejecución en el norte del país de Minas Conga, un proyecto de unos US$ 4.800 millones de la estadounidense Newmont, pese a que los habitantes de la zona exigen su retiro porque temen perder sus fuentes de agua.

Cientos de pobladores, que viven de la agricultura y ganadería, ingresaron sin permiso a las instalaciones de Minas Conga y la policía y guardias particulares buscan desalojarlos. La firma Yanacocha, operadora del proyecto junto con Newmont, ha suspendido temporalmente las labores en el área.

«Hay un herido con bomba lacrimógena en el intento de la policía por desalojarlos», dijo a Reuters Wilfredo Saavedra, presidente del llamado Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, sin precisar la gravedad de la persona afectada.

Los pobladores han bloqueado el acceso al campamento y se agrupaban para retomar la protesta, pese a los llamados a la calma que realizó anoche el presidente Humala, asegurando que el Gobierno garantizará el agua para las comunidades campesinas.

El presidente de la región de Cajamarca y quien lidera las protestas, Gregorio Santos, invitaron a Humala a la zona, asegurando que podrían suspender el paro si dialogan con el mandatario.

Mientras tanto «las comunidades han acordado permanecer en los alrededores del proyecto minero Conga (…) para seguir con la protesta», dijo en una conferencia de prensa.

«Para nosotros el proyecto Conga es inviable», afirmó.

Humala viajó el viernes a la región sureña de Moquegua invitado al festejo del 470 aniversario de su fundación.

Reto para Humala

La protesta es un desafío a la posición del Gobierno de Humala, que ha afirmado que Minas Conga es necesario para el desarrollo económico y social, pero con cambios en su ejecución que garanticen el respeto al medio ambiente.

Minas Conga es considerado clave en la industria minera peruana, vital para la economía local y que es blanco de una ola de protestas ambientalistas, sociales y laborales.

El jueves, al menos 2.000 manifestantes, algunos montados en caballos, permanecieron por varias horas en Minas Conga y quemaron un almacén de plásticos, destruyeron casetas de vigilancia y apedrearon módulos del proyecto.

Yanacocha ha afirmado que la policía y agentes de seguridad de la compañía permanecen en el proyecto minero para resguardar los vehículos y maquinaria pesada de la firma.

Según el proyecto, el oro de Minas Conga está debajo de cuatro lagunas y la compañía planea trasvasar sus aguas en tres reservorios. Los manifestantes temen que el plan afectará las fuentes y filtraciones naturales de agua en la zona.

El oro que alberga la zona minera tiene un valor de unos US$ 15.000 millones a precios actuales.

La protesta del jueves paralizó el comercio y el transporte y suspendió las actividades escolares en la ciudad de Cajamarca. Según fuentes empresariales, las manifestaciones dejan US$ 5 millones en pérdidas diarias en la región norteña.

Reclamo histórico

Para el legislador oficialista representante de Cajamarca, Jorge Rimarachín, parte del enojo de los pobladores de la zona contra la explotación minera tiene raíces históricas.

«Las empresas vienen para sacar el oro y se van como en la época de la Colonia y la gente se siente burlada», afirmó.

Minas Conga, en la que también participa la peruana Buenaventura, cuenta con un estudio de impacto ambiental aprobado por el gobierno y según los planes de la compañía comenzaría a operar desde el 2014.

En el 2004, Yanacocha abandonó la exploración de su proyecto Cerro Quilish en Cajamarca, luego de protestas de las comunidades por temores sobre el abastecimiento de agua.

Humala busca aplacar más de 200 conflictos relacionados con proyectos mineros y de petróleo en Perú, donde un tercio de la población vive en la pobreza a pesar del auge económico de los últimos años. Solamente los proyectos mineros contemplan inversiones de al menos US$ 45.000 millones en la próxima década.

Perú es el segundo mayor productor mundial de cobre y zinc, el primero de plata, el cuarto de plomo y el sexto de oro.