José Justiniano Ligerón
Ya llegó el tiempo de oponernos decididamente al genocidio desenfrenado que continúan cometiendo los EUA y todos sus cómplices Europeos , como lo hacen siempre con todo su aparato infernal de destrucción masiva y asesinatos a gran escala, especialmente desde el aire donde se aprovechan de “probar” nuevas armas y municiones de devastación ,para dejar sentada su supremacía bélica, como último recurso para atemorizar y tratar de distraer al mundo, en la caída libre que le viene ocurriendo al sistema capitalista y que cualquiera sea el parche que le quieran poner, a mediano o largo plazo, saben que ya no les dará resultado.
Seguirán buscado las soluciones desesperadas ante la rebelión de los pueblos, ( inclusive en las propias “entrañas del monstruo”), que han decidido con sus luchas decirle basta al sistema capitalista, acusándolo como el principal causante de guerras, genocidios, hambrunas, sequías, contaminaciones del medio ambiente, empobrecimiento galopante de las mayorías nacionales, recortes en salud, educación, derechos conquistados como al trabajo, a la jubilación digna y sobre todo el derecho sagrado a la libertad y a la vida.
EUA y sus cómplices Europeos intelectuales y materiales, así como los demás encubridores por negligencia o por conveniencias o por cobardía, que utilizan el No, pero que es un Si, que avalan hasta hoy día, las fechorías criminales y avasalladoras del imperio, por supuesto ratificadas por sus dóciles amigos del Consejo de Seguridad de la onU. Sobre el atolladero en que se encuentra el sistema, ellos saben que no hay solución posible dentro del sistema capitalista, y ante su incapacidad optan por lo que más saben hacer, continuar ahogando en sangre las protestas populares, y las posiciones valientes de gobiernos y estados que no comulgan con tanto atropello a la humanidad y al planeta.
Ahora tienen otro frente más, después del genocidio y magnicidio cometidos en Libia, eso no les basta para sus ansias locas de más sangre y dolor para los pueblos, tienen en la mira a Siria y luego, Irán o Venezuela, no importa a quien pretendan agredir primero. Tanto es la locura y desesperación que no están midiendo las consecuencias imprevisibles de un ataque a esos países o a cualquier otro, pues parece que ignoran que no “hay enemigo pequeño”.
Todos estamos de acuerdo en que el imperio, busca la solución por el desastre, ilusoriamente creen que de desatarse una guerra a gran escala, ellos se eternizarán para seguir siendo los gendarmes de un mundo en ruinas, eso es lo que todos quienes amamos la vida y la naturaleza, tenemos que evitar y para que eso no suceda, hay que intensificar las luchas a todo nivel, que la “indignación” sea por derrocar el sistema capitalista de frente y no con medias tinta, para que así nuestras luchas no sirvan para entronar gobiernos militares o derechas recalcitrante, que por querer salir de las llamas caer en las brazas. Orientémonos correctamente para que nuestras luchas consigan gobiernos verazmente populares y revolucionarios y así, no favorecer a los enemigos de los pueblos.
Será importante escuchar y ver la “indignación” de los pueblos de China y Rusia ante toda esta situación, y por la posición que adoptan sus respectivos gobiernos al respecto, así como también la de ciudadanos de países Árabes por la actitud vergonzosa y cobarde de algunos de sus gobernantes y la Liga Árabe, que se han convertido en cómplice de invasiones genocidas en contra de sus propios hermanos, queriendo disimular y encubrir a gobiernos despóticos y dictadura “democráticas”, al servicio de los EUA.
Es la hora de que pueblos y gobiernos de esta parte del continente, expresen de frente al mundo sus opiniones sobre lo que sucede con el abuso del imperio contra la soberanía de los pueblos. Ya lo hicieron todos los países integrantes del ALBA, faltan los gobiernos de Brasil, Argentina, Chile, Colombia y otros, pues es muy oportuno que cara a sus pueblos y al mundo expliquen su posición, y el mejor escenario debe ser UNASUR, luego habrá que plantearlo cuando pronto se establezca la importante Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe la CELAC. Pues si todos no estamos de acuerdo en esto que es fundamental, de que sirven compromisos en otros puntos que son derivados de primero ser soberanos, libres, independientes y con nuestro derecho sagrado a la vida, y eso pasa por acordar fijar posiciones y firmar acuerdos de mutua defensa ante cualquier invasión, lo demás seguirá siendo sólo buenas intenciones. O nos oponemos y luchamos, o callamos para siempre, porque si no nos matan, pretenderán sembrar papa en nuestras espaldas. Modestamente seguiré haciendo mi parte.
José Justiniano Lijerón
Es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)