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Incluso si Muammar Gaddafi viviera cien años más, nunca podría matar ni una pequeña parte del total de víctimas caídas de la mano de la OTAN durante su intervención en Libia, declaró a RT elviceministro sirio de Exteriores, Faisal al-Mikdad.

AL IGUAL QUE EE.UU. MANIPULA LOS HECHOS EN ORIENTE MEDIO, LO HARÁ EN OTROS LUGARES

El diplomático sirio recordó que la agresión de la OTAN contra Libia, el sinnúmero de asesinatos, fue realizado con el pretexto de restablecer los derechos humanos y proteger a los civiles e indicó que se está tratando de realizar lo mismo en Siria.

«Ellos dan dinero para que asesinen a los sirios»

El representante del Ministerio sirio de Exteriores exigió que los países que apoyan con dinero y armamentos a los extremistas religiosos en el territorio de su país asuman la responsabilidad por la financiación del terrorismo.

Faisal al-Mikdad confirmó que los grupos terroristas que operan en Siria reciben el apoyo financiero no oficial de Turquía, Arabia Saudita, Líbano y Jordania, y llamó a los pueblos de estos países a no participar en estas acciones.

«Pedimos a nuestros hermanos y hermanas en todos estos países que no participen en estas acciones, porque con esto la ONU supone el ‘financiamiento del terrorismo’. Ellos dan dinero para que asesinen a los sirios. Y hay que acabar con esto», explica Al-Mikdad.

Muertes ignoradas de los soldados

El vicecanciller sirio recordó que el responsable de la ONU de Derechos Humanos, Navi Pillay, alarmó que Damasco está muy cerca de la situación libia, donde la rebelión contra el liderazgo duradero del gobernante se transformó en una guerra civil. Mientras tanto, Faisal al-Mikdad pone en duda el fundamento de los reproches de Occidente sobre la crisis en el país.

Las organizaciones sirias de defensa de derechos humanos y la ONU informan de la muerte de 3.500 personas en las protestas antigubernamentales desde su inicio hace ocho meses.

«La credibilidad de las declaraciones de la mayoría de las organizaciones internacionales no gubernamentales se ha perdido, porque no toman en consideración lo que realmente pasa [en Siria]. Ninguna de estas organizaciones mencionó que Siria perdió a más de 1.150 miembros del Ejército y agentes de los servicios de seguridad» , dijo el diplomático.

Los extremistas matan a los civiles para mantener vivo el espectáculo

Confirma que muchos civiles fueron «asesinados vilmente» durante los disturbios, pero «la gente debe preguntar, ¿quién les mató y por qué?».

Faisal al-Mikdad denunció que los criminales detenidos por la Policía confesaron que dispararon a los manifestantes pacíficos y les mataron «para mantener el ritmo de las protestas».

El viceministro sirio de Exteriores rechaza que Siria esté en un estado de guerra civil, pero está bajo la presión que provocan los disturbios con el fin de desarrollar el conflicto civil.

La sociedad siria es ‘de todo pelaje’, como dijo Faisal al-Mikdad, «tenemos un poco de todo».

«Históricamente Siria tiene tres religiones monoteístas, con muchas ‘corrientes’ en cada una. Los extremistas religiosos bien organizados y equipados, que provocan y alimentan la violencia, quieren que los pueblos sirios luchen entre sí»,
admite Faisal al-Mikdad.

El vicecanciller sirio insiste en que miles de millones de dólares y decenas de miles de armamentos penetraron secretamente en Siria de Turquía, Líbano, Irak y otros países vecinos para mantener los disturbios en el país.

Faisal al-Mikdad asegura que entre los manifestantes armados no hay civiles que luchen por unas mejores condiciones de vida, esta gente son todos islamistas radicales. Mientras que la oposición pacífica fue reconocida oficialmente por Damasco, que está dispuesto a colaborar con los opositores para construir una nueva Siria.

«No esperamos tanta violencia»

El alto cargo sirio reconoce los errores cometidos y el tiempo perdido para reformar el clima político en el país. «Es una realidad y tenemos que aceptarla. No esperábamos que estos sucesos pudieran desarrollarse de un modo tan violento que contradice al mismo espíritu del pueblo sirio», dijo.

Faisal al-Mikdad insiste en que todas las conversaciones sobre el conflicto entre la minoría alauita gobernante y la mayoría sunita son engañosas y están dirigidas a la desintegración del país, pues cualquier ciudadano sirio, independientemente de su religión o nacionalidad, tiene derecho a ocupar cualquier puesto oficial.

«En Siria tenemos un sistema político que defiende la soberanía del país. Nos atacan porque decimos ‘no’ a la política de EE. UU. en la región de supeditación a sus intereses y sirviendo los mayores intereses de Israel»,
asegura Faisal al-Mikdad.

«Al igual que Occidente manipula la situación en Oriente Medio, lo hará en cualquier parte del mundo», concluye.