Es así como lo intrascendente marca el ritmo, la noticia queda fuera de todo orden, de toda lógica. La preeminencia está en lo que “yo quiero y ordeno que se diga”, que se publique, no lo que el periodista vea, escuche y quiera decir porque le parece que es noticioso. Menos las opiniones del pueblo, del colectivo, sus decisiones, sus pensamientos, nada de eso vale, “aquí se dice lo que ordene el dueño” era la orientación que recibíamos en esas redacciones.
Cuando el periodista llegaba de la calle se encontraba con el reclamo de los “jefes” por ver si se había cumplido la “pauta”. Aparte de cumplirla, teníamos que “hacer un buen trabajo”, para que el “jefe” hiciera realidad su compromiso al día siguiente. Siempre la malicia permitía enterarnos de cosas como estas: 1) Que el Jefe de Redacción tenía sueldo por la Gobernación; 2) Que el Jefe de Información cobraba por la Alcaldía quince y último; y 3) que el propietario del periódico tenía pautas publicitarias millonarias de ambos organismos, aparte de ser propietario de empresas que se encargaban de contratar servicios públicos.
Cuando lo que se escribía no encajaba en la lógica de lo antes descrito, el primer “jefe” arrugaba el papelito con furia y lo lanzaba al cesto: “¡Eso no sirve, vuélvela a redactar!” Hasta que la información cuadraba según la exigencia del anunciante o entrevistado. Y mientras más uno profundizaba en las averiguaciones, mayor era el conocimiento de las triquiñuelas entre los “jefes” del medio de comunicación y los organismos públicos y privados.
Laboratorios de guerra sucia
Desde la redacción de un periodiquito, televisora o emisora de radio de provincia. Los medios de comunicación social devienen aparejados al desarrollo de la producción y de las fuerzas productivas; eso se traduce en una preeminencia de las clases dominantes. Los medios de comunicación nacen del seno de la producción, crecen, se desarrollan y luego se convierten en fábricas de mentiras, en laboratorios de guerra sucia para el chantaje. Es la pata que le falta a la mesa.
Marx dijo una vez que la división de la sociedad entre propietarios y no propietarios, explotadores y explotados, supone la apropiación o el control de todo proceso de producción material o intelectual. Junto a Engels concluyó en 1.848 que las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época. Es decir, las diversas formas de comunicación y su evolución histórica, están muy vinculadas a las fuerzas productivas.
Ellos partieron de estudios, de hechos concretos, pues la clase dominante también es el poder espiritual en la sociedad al poseer los medios de producción. Quien disponga de los medios de producción material, también dispone de los medios para la producción espiritual.
Al tener el monopolio de los medios, pues también monopolizan lo espiritual y se apropian de las ideas de quienes no tienen los medios para producirlas y darlas a conocer. La danza, el arte, el lenguaje, la música y hasta la religión son formas de comunicación, de transferencia de significados. Son formas ideológicas como lo es todo contenido comunicativo, informativo, ideal.
Marx y Engel sostienen que las ideas de quienes no poseen los medios de producción intelectual, terminan sometiéndose al grupo social que tiene bajo control y a su disposición los medios para la producción material. Es decir, su concepción del mundo predomina en la sociedad.
Al principio se fundaron periódicos sin mucho capital. Con esfuerzo fueron creciendo y sus propietarios sólo vivían del intelecto de sus trabajadores y del suyo propio. Sólo se dedicaban a comprar y vender información. Pero la ganancia grotesca obligó a que paulatinamente se fueran transformando en poderosos instrumentos para la usura, el chantaje y el negocio fácil
Los poderosos manejan la información
Se abrió una brecha gigantesca entre quienes tienen capital suficiente para comprar o instalar un medio de comunicación social y los que carecen del poder necesario para hacerlo. De allí que los poderosos se apropiaran de los medios para ponerlos a su servicio y con ellos establecer un poder mediático jamás visto en la historia de la humanidad. Los medios de comunicación se transformaron en el arma mortal para los pueblos subdesarrollados, más poderosos que una bomba atómica.
Bajo el capitalismo, el sistema de comunicación social es una estructura especialmente orientada hacia la comunicación de masas, la difusión masiva, donde toda producción de mensajes está regulada por los estímulos al consumo, a la desintegración de la conciencia. Actúa en función de dificultar el acceso a la conciencia de clase. Propaganda de guerra, publicidad y telenovelas con mensajes dirigidos a crear y sostener analfabetas funcionales.
También los medios de comunicación social fortalecen los centros de poder favoreciendo al estado capitalista. Y como Michel Collon nos preguntamos: “¿Quién dirige al mundo?” Los dos grandes y casi únicos partidos en Estados Unidos son financiados por las súper multinacionales, que además de seleccionar muy bien a sus candidatos a presidente para evitar riesgos, también se ocupan que los tipos seleccionados sean los más dóciles. Lo demás viene después, les fabrican curriculum y hasta les confieren premios como el “Nóbel”.
De allí salen los títeres que manejan el mundo, Ronald Reagan, los Bush, ese patiquín que habla hasta por los codos pero no dice nada como Obama. Si alguno de ellos se sale del libreto que les marcan, es decir, de la “pauta” que le imponen los dueños del capital y de los países, les pasa como le sucedió a los Kennedy, que fueron anulados y desgraciados, así como también sucedió a muchos otros políticos entre ellos Martin Luther King.
Pueblos desinformados
Hemos observado cómo hay una carencia casi generalizada de conocimientos de lo que está sucediendo actualmente en el mundo. De la crísis que abate al capitalismo mundial, de sus contradicciones. De su belicosidad. Eso no llega a la gente vía medios de comunicación corporativos-capitalistas. Todavía observamos peligrosamente que los pueblos están en un mundo de tinieblas, de desinformación, pues sólo se alimentan intelectualmente de lo que la prensa borrascosa les presenta. Información tendenciosa y burguesa, alienación, basura, etc.
Y es que Gramsci lo afirmaba así “todo acontecimiento de la vida proletaria nacional e internacional tiene que comentarse inmediatamente en manifiestos o circulares de la dirección (del partido), para obtener argumentos de propaganda comunista y de educación de las conciencias revolucionarias”.
Es por ello que la comunicación no es neutra, tampoco es inconsciente, es inducida por quienes manejan las grandes corporaciones mediáticas. Notitarde mueve en la zona central de Venezuela sus argumentos capitalistas como le da la gana. La gente del pueblo compra Notitarde solamente para leer los sucesos, pero más allá de su deseo prevalece el dinero que pagó por el pasquín, “lo compré y lo leo completo”, dicen, pero dentro está el veneno. Es la única alternativa que le ponen quienes tienen el poder económico de sacar 80 o 100 mil ejemplares diarios.
Los diarios Vea y Correo del Orinoco se distribuyen muy poco en cada estado de nuestro país, por lo que su lectura se traduce a los dos mil o tres mil ejemplares que llegan a cada región. Lo poco que llega es información nacional, es decir, se nos queda mucha gente sin leer, desinformada y carente de conocimiento sobre la realidad regional. No tenemos medios para llevarle al pueblo información regional, nacional e internacional, no hay lectura de los acontecimientos mundiales, digerida, explicada. No tenemos periódicos regionales, por lo que sus mentiras pasan, se cuelan, y hacen daño, el daño que ellos quieren para lograr sus objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Chávez no es conocido en Europa por sus bondades, por su carisma y por su sensibilidad social, sino por dictador maligno, come-niños. Bien lejos de la realidad, pero es la “realidad” que ellos montan, sumada al analfabetismo funcional da los resultados que esperan, para poder actuar. Allí está muy fresco en nuestra mente el montaje que hicieron en la Plaza Verde de Libia, grabaron en Kuwait y proyectaron la mentira a nivel mundial, con sus medios lograron el efecto
Lo malo que sucede por allá no lo sacan estos medios de aquí, los paros, las huelgas, el desempleo, la quiebra de los valores y de las economías capitalistas nunca llega para que nuestra gente se entere. Tampoco lo que pasa aquí lo leen o lo ven por allá, salvo el esfuerzo de Telesur, gracias a la visión largoplacista de nuestro Presidente que se ocupó de darle cuerpo a ese enorme e importante proyecto.
Sobre Libia en Venezuela sólo veíamos en las primeras planas “Fuera Kadafi”, “Kadafi debe irse”,Kadafi es un asesino”, “Kadafi bombardeó ciudades” “Kadafi es un dictador” y muchísimas expresiones para liquidarlo mediáticamente, palabras salidas del torrente verbal de Hilary Clinton, Sarkozi o Berlusconi, repetidas por millones de veces en los principales medios del mundo, cuando ese hombre lo que hizo fue multiplicar el pan y la felicidad al noble pueblo libio, con obras sociales que ya quisieran muchos países ricos poseer.
Para recomponer sus economías destrozadas por la corrupción y la burocracia, entonces convierten a presidentes electos por sus pueblos en dictadores y traficantes de droga vía medios de comunicación social, para condicionar lo que ellos llaman “opinión pública mundial” y luego caerles a plomo cerrado y lanzarles bombas súper destructivas ¿con qué finalidad? Pillarse las riquezas de esos países y con ello solventar sus economías quebradas por la rapiña neoliberal.
*Periodista y fundador del Movimiento
CZAMBRAN@seniat.gob.ve
“PERIODISTAS POR LA VERDAD”
