Carlos Pereyra Mele
“Golpe de mercado es un término aparecido en la Argentina en 1989, para referirse a un cambio institucional irregular, causado por la presión de los agentes económicos, mediante mecanismos de mercado, como la inflación, el desabastecimiento, corridas bancarias, la suba de las tasas de interés, el lock out, etc. El golpe de mercado ha sido considerado una especie de golpe de Estado.” Wikipedia.
Primero se aplicó a los países periféricos y dependientes del Sur, donde se impusieron: (Vía: Consenso de Washington-Libertad de comercio-Deuda externa impagable-Sistema financiero sin control-Banco Centrales sin control Estatal), modelo creado y difundido por la elite del “trilateralismo”, que comenzó a gestarse en los 70, se profundizó con el “Reganismo-Tacheriano” y alcanzó su máximo nivel con el llamado neoliberalismo después de la caída de la URSS. Ahora las elites de este modelo dan una nueva vuelta de tuerca con sus periféricos en la eurozona. Como en la viejas películas de Holywood: Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.
Ahora los PIIGs (Portugal, Irlanda, Italia y Grecia), están sufriendo en carne propia el desarrollo de políticas implementadas en su región mediante las cuales se les hizo creer en una realidad ficticia de crecimiento, donde la Unión Europea se transformó en una herramienta para aumentar las exportaciones de Alemania fundamentalmente, y secundariamente de Francia, vía el desarrollo de un sistema de libre comercio en la Unión. Para ello prestó dinero a esos países, facilitó que las empresas importantes de los mismos fueran adquiridas por capitales alemanes y franceses, con herramientas como el Banco Central Europeo y regulaciones administrativas impuestas desde Bruselas. Los PIIGs, fueron incorporados al modelo donde una pequeña elite en esos países se enriqueció escandalosamente y se utilizó el argumento Ideológico de que la Unión Europea prometía la prosperidad eterna; blindaba y eliminaba de Europa las crisis, y sus nacionalismos peligrosos. Eran los tiempos de una España, supuestamente 8va economía del mundo, o una Irlanda presentada como ejemplo para los países emergentes.
Hoy ¿quién habla de ello? Desapareció como un castillo de naipes, y la elite trilateralista, para mantener sus privilegios necesita la eliminación de los últimos resortes de soberanía nacional que les quedaban a los estados, y han recurrido lisa y llanamente al Golpe de Estado ó Golpe de Mercado con la instauración de “administraciones Tecnocráticas” en los PIIGs, imponiendo a miembros de su elite. Ya lo había adelantado el presidente de la Comisión Europea Joao Durao Barroso en mayo del año pasado declarando que: de no aceptarse las medidas de austeridad, la democracia peligra en Grecia, España y Portugal. En una nueva profundización, 28 de septiembre de 2011, el Parlamento Europeo aprobó medidas de gran alcance que menoscaban la capacidad de los países de fijar y gestionar sus propios presupuestos y deudas soberanas. ¿Italia eligió a Mario Monti por Berlusconi y Grecia a Lucas Papademos por Papandreu?, ambos no han sido elegidos en las urnas, son ex-miembros de organismos financieros europeos, formados académicamente en EE.UU., y miembros de la Comisión Trilateral y de Goldman Sachs. Con ellos en el poder, los PIIGs caen definitivamente bajo el control de los dictados del FMI, BCE, UE. Ya lo vimos en el Tercer Mundo, y ahora sucede en Europa, esos dictados tienen que ver con austeridad y privatización. Las funciones del gobierno son eliminadas o privatizadas, y los activos nacionales son vendidos. Poco a poco la nación Estado es desmantelada. Finalmente, las funciones primordiales que le quedan al gobierno son la represión policial de su propia población, y el cobro de impuestos para entregarlos a los banqueros.
Adiós a la autonomía de las naciones, a la voluntad soberana de los pueblos, a los avances de formas más democráticas, sociales, más directas, participativas y representativas que expresen acabadamente a los pueblos en su voluntad soberana y sus legítimas aspiraciones al bienestar y felicidad.
Este modelo de “administraciones Tecnocráticas” se intento imponer en la Argentina en el 2002, cuando el FMI propuso a un miembro de sus filas “experto en economía argentina” para garantizarse el cumplimiento de los dictados de la elite trilateralista.
La ruptura con ese organismo salvó a los argentinos de una mayor catástrofe social, a la que los había llevado el neoliberalismo. Cabe la esperanza en la reacción de las sociedades europeas agredidas cambiando sus destinos, enfrentando y derrotando democráticamente a estos golpistas.
Fuentes: