Según Kitzhaber, la pena de muerte practicada en Oregón no es imparcial ni justa, ni rápida ni certera. Y no es aplicada de manera igual a toda la gente.
Con la decisión tomada este martes, los 37 reclusos que permanecen en el corredor de la muerte en ese estado de la costa oeste de EEUU eluden la pena capital al menos hasta 2015, cuando concluye el actual periodo del gobernador.
Desde que Oregón volvió a aplicar la pena capital en 1984, solo han sido ejecutados dos reos, coincidiendo con el último periodo de Kitzhaber, quien ha sido gobernador entre 1985-1992 y entre 1995-2003. «Fueron las decisiones más agónicas y difíciles que he tenido como gobernador, y lo he revisado y preguntado una y otra vez en los últimos 14 años», comentó en rueda de prensa el gobernador.
En lo que va de 2011, EEUU ha ejecutado a 43 reclusos. La siguiente iba a ser la de Gary Haugen, precisamente en Oregón, condenado por el asesinato de la madre de su ex novia.
El año anterior, en 2010, la cifra total de ejecutados en EEUU fue de 46, según la ONG Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
De los 50 estados que componen EE.UU., 35 de ellos, si se incluye a Oregón, mantienen aún vigente la pena de muerte.