Agencias


Teherán.- Decenas de manifestantes oficialistas entraron en el complejo británico, quemaron la bandera inglesa e izaron la iraní. Los manifestantes protestaban por las sanciones impuestas por Londres al programa nuclear del régimen

Lo que comenzó siendo una protesta estudiantil contra Reino Unido terminó en un ataque a la embajada de este país. Un pequeño edificio del recinto se prendió en llamas. Algunos manifestantes rompieron además las ventanas del edificio y saquearon el material que encontraron como papeles oficiales e incluso un retrato de la reina Isabel.

El pasado lunes, el Consejo de Guardias de la Revolución (formado por juristas y clérigos) pasó una resolución para degradar el nivel de las relaciones bilaterales. Un día antes, el Parlamento solicitó al Gobierno de Mahmud Ahmadinejad la expulsión del embajador británico, por las sanciones que ha impuesto el Ejecutivo de Gordon Brown a la República Islámica después del informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) que afirma, sin pruebas, que ha detectado indicios de un posible uso militar del programa nuclear iraní.

Gran Bretaña se declaró «indignada» por el incidente, firmando que ha sido una acción «totalmente inaceptable» y «condenable». Un vocero del Foreign Office (cancillería británica) instó al Gobierno iraní a «actuar urgentemente para controlar la situación», citando su deber de proteger a los diplomáticos y a sus embajadas, en conformidad con la legislación internacional.