En virtud de los tratados START y SORT, sobre reducción de armas ofensivas suscritos entre las dos grandes potencias nucleares, el número de estas se redujo a varios miles.
En el 2010 se firmó un nuevo Tratado de este tipo entre ambas potencias.
Desde entonces los mayores esfuerzos se consagraron al perfeccionamiento de los medios de dirección, alcance, precisión y engaño de la defensa adversaria. Inmensas cifras se invierten en la esfera militar.
Muy pocos en el mundo, salvo contados pensadores y científicos, se percatan y advierten que bastaría el estallido de 100 armas nucleares estratégicas para poner fin a la existencia humana en el planeta. La inmensa mayoría tendría un fin tan inexorable como horrible a consecuencia del Invierno Nuclear que se generaría.
El número de países que poseen armas nucleares en este momento se eleva a ocho, cinco de ellos son miembros del Consejo de Seguridad: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, y China. India y Pakistán, adquirieron el carácter de países poseedores de armas nucleares en 1974 y 1998 respectivamente. Los siete mencionados reconocen ese carácter.
Israel, en cambio, nunca ha reconocido su carácter de país nuclear. Se calcula sin embargo que posee entre 200 y 500 armas de ese tipo, sin darse por aludido cuando el mundo se inquieta por los gravísimos problemas que traería el estallido de una guerra en la región donde se produce gran parte de la energía que mueve la industria y la agricultura del planeta.
Gracias a la posesión de las armas de destrucción masiva es que Israel ha podido desempeñar su papel como instrumento del imperialismo y el colonialismo en esa región del Medio Oriente.
No se trata del derecho legítimo del pueblo israelita a vivir y trabajar en paz y libertad, se trata precisamente del derecho de los demás pueblos de la región a la libertad y a la paz.
Mientras Israel creaba aceleradamente un arsenal nuclear, atacó y destruyó, en 1981, el reactor nuclear iraquí en Osirak. Hizo exactamente lo mismo con el reactor sirio en Dayr az-Zawr en el año 2007, un hecho del que extrañamente la opinión mundial no fue informada. Las Naciones Unidas y la OIEA conocían perfectamente lo ocurrido. Tales acciones contaban con el apoyo de Estados Unidos y la Alianza Atlántica.
Nada tiene de extraño que las más altas autoridades de Israel proclamen ahora su intención de hacer lo mismo con Irán. Ese país, inmensamente rico en petróleo y gas, había sido víctima de las conspiraciones de Gran Bretaña y Estados Unidos, cuyas empresas petroleras saqueaban sus recursos. Sus fuerzas armadas fueron equipadas con el armamento más moderno de la industria bélica de Estados Unidos.
El Sha Reza Pahlevi también aspiraba a dotarse de armas nucleares. Nadie atacaba sus centros de investigación. La guerra de Israel era contra los musulmanes árabes. Los de Irán no, porque se habían convertido en un baluarte de la OTAN que apuntaba al corazón de la URSS.
Las masas de esa nación, profundamente religiosas, bajo la dirección del Ayatolá Khomeini, desafiando el poder de aquellas armas, desalojaron al Sha del trono y desarmaron a uno de los ejércitos mejor equipados del mundo sin disparar un tiro.
Por su capacidad de lucha, el número de habitantes y la extensión del país, una agresión a Irán, no guarda similitud con las aventuras bélicas de Israel en Irak y Siria. Una sangrienta guerra se desataría inevitablemente. Sobre eso no debe haber duda alguna.
Israel dispone de un elevado número de armas nucleares y la capacidad de hacerlas llegar a cualquier punto de Europa, Asia, África y Oceanía. Me pregunto: ¿Tiene la OIEA derecho moral a sancionar y asfixiar a un país si intenta hacer en su propia defensa lo que Israel hizo en el corazón del Oriente Medio?
Pienso realmente que ningún país del mundo debe poseer armas nucleares, y que esa energía debe ponerse al servicio de la especie humana. Sin ese espíritu de cooperación la humanidad marcha inexorablemente hacia su propia destrucción. Entre los propios ciudadanos de Israel, un pueblo sin duda laborioso e inteligente, muchos no estarán de acuerdo con esa disparatada y absurda política que los lleva también al desastre total.
¿De qué se habla hoy en el mundo sobre la situación económica?
Las agencias internacionales de noticias informan que “El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par chino, Hu Jintao, presentaron agendas comerciales divergentes […] resaltando las crecientes tensiones entre las dos mayores economías del mundo.”
“Obama usó su discurso ―afirma Reuters― para amenazar con sanciones económicas a China a menos que comience a ‘jugar según las reglas’…”. Tales reglas son sin duda, los intereses de Estados Unidos.
“Obama ―afirma la agencia― está embarcado en la batalla por la reelección el año próximo y sus opositores republicanos lo acusan de no ser lo suficientemente severo con China.”
Las noticias publicadas el jueves y viernes reflejaban mucho mejor las realidades que estamos viviendo.
AP, la agencia de Estados Unidos mejor informada comunicó: “El líder supremo iraní advirtió a Estados Unidos e Israel que la respuesta de Irán será enérgica si sus archienemigos lanzan un ataque militar a Irán…”
La agencia noticiosa alemana informó que China había declarado que como siempre creía que el diálogo y la cooperación era la única forma de aproximación activa para resolver el problema.
Rusia se opuso igualmente a las medidas punitivas contra Irán.
Alemania rechazó la opción militar pero se mostró partidaria de fuertes sanciones contra Irán.
El Reino Unido y Francia abogan por fuertes y enérgicas sanciones.
La Federación Rusa aseguró que hará todo lo posible por evitar una operación militar contra Irán y criticó el informe de la OIEA.
“‘Una operación militar contra Irán puede conllevar unas consecuencias muy graves y Rusia tendrá que poner todo de su parte para aplacar los ánimos’, afirmó Kontantín Kosachov, jefe del comité de Exteriores de la Duma” y criticó según EFE “las afirmaciones por parte de Estados Unidos, Francia e Israel del posible uso de la fuerza y que el lanzamiento de una operación militar contra Irán está cada vez más cerca”.
El editor de la revista estadounidense EIR, Edward Spannaus declaró que el ataque contra Irán terminará en la III Guerra Mundial.
El propio Secretario de Defensa de Estados Unidos, después de viajar a Israel hace unos días, reconoció que no pudo obtener del gobierno israelita un compromiso de consultar previamente con Estados Unidos un ataque contra Irán. A esos extremos se ha llegado.
El Subsecretario de Asuntos Políticos y Militares de Estados Unidos develó crudamente los oscuros propósitos del imperio:
“Israel y Estados Unidos se embarcarán en las maniobras conjuntas ‘más importante’ y ‘de mayor trascendencia’ de la historia de los aliados, ha declarado el sábado Anrew Shapiro, subsecretario de Asuntos Políticos y Militares de Estados Unidos”.
“…en el […] Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente, Shapiro anunció que participarán en las maniobras más de 5.000 efectivos de las fuerzas armadas estadounidenses e israelíes y simulará la defensa de misiles balísticos de Israel”.
“‘La tecnología israelí está resultando esencial para mejorar nuestra seguridad nacional y proteger a nuestras tropas’, agregó…”
“Shapiro destacó el apoyo del Gobierno de Obama a Israel a pesar de los comentarios del viernes por parte de un alto funcionario estadounidense que expresó su preocupación de que Israel no avisase a Estados Unidos antes de llevar a cabo una acción militar contra las instalaciones nucleares de Irán.”
“Nuestra relación con la seguridad de Israel es más amplia, más profunda y más intensa que nunca antes.”
“‘Apoyamos a Israel porque es en nuestro interés nacional hacerlo’ […] Es la pura fuerza militar de Israel lo que disuade a los posibles agresores y ayuda a fomentar la paz y la estabilidad.”
Hoy 13 de noviembre la embajadora norteamericana en la ONU, Susan Rice dijo a la cadena BBC que la posibilidad de una intervención militar en Irán no solo no está fuera de la mesa, sino que es una opción real que está creciendo por culpa del comportamiento Iraní.
Insistió en que la administración norteamericana está llegando a la conclusión de que será necesario acabar con el actual régimen de Irán para evitar que este cree un arsenal nuclear. “Soy una convencida de que el cambio de régimen va a ser nuestra única opción aquí”, reconoció Rice.
No hace falta una palabra más.
Fuente: http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2011/11/14/cinismo-genocida-segunda-parte-y-final/