
Participan del cónclave el viceprimer ministro de Israel Dan Meridor, los presidentes de esa Junta, Natan Sharansky, y Abraham Duvdevani, de la Organización Sionista Mundial. Es la primera vez en 15 años que este organismo sesiona fuera del Estado de Israel.
Se han hecho presentes centenares de líderes comunitarios de los Estados Unidos, Europa, Israel y Australia, como así también varios referentes locales.
El presidente del encuentro, Natan Sharansky, nació en la URSS en 1948, llegado a Israel en los años 90 rápidamente se destacó como dirigente del ultraderechista partido Likud y ha sido varias veces ministro en el gabinete de los ex primer ministros Ariel Sharón y Ehud Barak. Fue además ministro de la Vivienda y Construcción y uno de los más decididos partidarios de la construcción de asentamientos de colonos sionistas en el Territorio Ocupado de Cisjordania (Palestina).
Sharansky, que se presenta a sí mismo como una víctima del “totalitarismo”, no cree que los derechos humanos sean universales y sean aplicables a todos los seres humanos. renunció al cargo de ministro del Interior en el gobierno de Ehud Barak en el año 2000, cuando se difundieron rumores de que el primer ministro estaba dispuesto a efectuar algunas concesiones cosméticas a los palestinos relacionadas con la devolución de territorios.
El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, participó en la mañana del lunes de un desayuno con los miembros de la Junta con quienes más tarde reinauguró la Plaza Estado de Israel; “el símbolo y la conjunción de la presencia del KKL (Fondo Nacional Judío) en Argentina”, declaró Macri en apoyo a las políticas sionistas. Los organizadores esperan la presencia de la presidenta y a su canciller, héctor timerman, para la cena de gala.
Por su parte la Confederación de Entidades Argentino Árabes (Fearab) consideró al acto de la Organización Sionista Argentina (OSA) como una “provocación” y rechazó: “El nuevo intento del sionismo argentino de importar el conflicto israelí-árabe a nuestro país”. La federación de los árabes argentinos consideró que el contenido del congreso: “evidencia una arabofobia e islamofobia evidente (…) denunciamos el intento negacionista de estas organizaciones acerca de la característica semita de los árabes”, en el mismo sentido se manifestó Centro Islámico. Este último llegó a enviar una carta documento donde se los intima a que de manera inmediata dejen de promocionar el congreso al considerar que dichos conceptos, alientan e incitan a la persecución o al odio, contra un grupo de personas a causa de su raza, religión y nacionalidad, específicamente dirigido a la comunidad islámica y árabe de nuestro país.
El periodista y sociólogo, Pedro Brieger señalo que “Israel siempre ha utilizado el argumento del antisemitismo para silenciar las críticas por sus acciones contra los palestinos”.
La presencia del Coro del Ejército de Israel, tampoco fue pasada por alto. La Juventud de la Confederación de Entidades Arabes fue categórica: “un Ejército torturador, ocupante y que utiliza maniobras militares que van en clara oposición a cualquier convención internacional. Ese Ejército es el mismo que ha producido terribles masacres en Palestina, Líbano, Siria; el mismo que ha dado la nota acribillando a una Flotilla Humanitaria Turca. Es el mismo que ha utilizado armas de destrucción masiva y no convencional contra población civil, que ha realizado múltiples crímenes de guerra, que encarcela ancianos, mujeres y niños, por el simple hecho de ser Palestinos”.
Para las organizaciones y personalidades que rechazan el encuentro sionista no es más que una forma de acercar el lobby israelí para intentar contrarrestar el progresivo debilitamiento de la posición internacional del estado de Israel. La importancia que le atribuyen los organizadores y el despliegue llevado a cabo debe ser leído como una forma más en el repicar de los tambores de guerra israelíes. Los asistentes al encuentro no dejaron de escuchar argumentos sobre la legitimidad de atacar a Irán así como el anuncio de acciones contra los miembros latinoamericanos del eje del mal, en particular Venezuela.
Sin ocultar su mecanismolobista, a la cena de gala fue invitada hasta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.