Esto sucede tras que esta misma semana cuatro de los principales sindicatos del país anunciaran su apoyo a la protesta «Ocupar Wall Street», incluyendo el TWU, el Sindicato de los Teamsters, el sindicato SEIU y la IWW. En total, casi un millón de miembros de organizaciones sindicales de todo EEUU anunciaron su apoyo y su adhesión al movimiento.
De hecho, las protestas se han vuelto tan grandes que hasta la ultraconservadora Fox News ha creado una transmisión en vivo para que cubra las protestas. El propio movimiento, mantiene también un streaming activo durante las 24 horas del día, en el que combinan imágenes en directo de las protestas, con vídeos promocionales de la lucha, y resúmenes de lo ya acontecido durante estas dos semanas que lleva en marcha la iniciativa.
Las concentraciones, además, se han extendido a otras importantes ciudades de los EEUU, caso de San Francisco, Washington o de Boston.
Un grupo de activistas se ha congregado este sábado en Washington para llevar a la capital de Estados Unidos las protestas contra Wall Street.
«Pedimos el arresto de (el presidente de la Reserva Federal) Ben Bernanke, por todo el dinero de los ciudadanos que se ha usado para salvar a los bancos», dijo a Efe un activista que se identificó sólo como AmonopNDC.
Este viernes la policía en Massachusetts arrestó a más de una veintena de personas entre unos 3.000 manifestantes que ocuparon brevemente las oficinas en Boston del Bank of America, el mayor banco del país.
Los manifestantes declararon su solidaridad con los cientos de personas que desde hace semanas han ocupado un parque en Manhattan con quejas diversas contra los bancos y el sistema político que los ha socorrido tras sus malas inversiones.
En San Francisco cientos de personas, también solidarizándose con el movimiento Occupy Wall Street se manifestaron frente a las oficinas de una sucursal de Chase Bank, en Market Street. La policía arrestó a seis de los manifestantes.
Rachel LaForest, directora ejecutiva de la Alianza Derecho a la Ciudad, que realiza su convención nacional en Boston, explicó que las marchas protestan contra la avaricia y la usura de los bancos, y el aumento de las ejecuciones hipotecarias en las ciudades.
El presidente de la central sindical estadounidense AFL-CIO, Richard Trumka, sostuvo que «Wall Street está fuera de control y, a veces, el único recurso que queda es salir a la calle y llamar la atención sobre los problemas reales».
Trumka estará la semana próxima en Washington junto con miembros demócratas del Congreso y dirigentes de otros grupos que se definen como «progresistas», y especulan con la idea de American Dream, una presión desde la izquierda para que el presidente Obama cumpla algunas de sus promesas.
American Dream pretende ser una amplia alianza de movimientos «progresistas» que sirvan para contrarrestar la influencia en la política estadounidense del movimiento ultraderechista, neoliberal y conservador Tea Party.
En otra de sus iniciativas, el movimiento ha abierto una página en Internet para que, según su visión de la sociedad estadounidense, el 99% de la población de los Estados Unidos, que se opone a la codicia y la corrupción del 1% dueño de la riqueza del país, pueda dejar sus mensajes e historias de vida.
En todas las ciudades, además, los organizadores han prometido no cesar su protesta hasta que su peticiones sean atendidas.
Algo, pues, comienza a moverse en serio en el propio corazón del imperio.