
Y el presidente aludió así al largo reclamo de los paraguayos residentes en el exterior, en su mayoría en Argentina, para que se les reconociera el derecho de votar en las elecciones nacionales.
Ello se explica por qué un solo voto favorable era suficiente para aprobar la enmienda constitucional aprobada por el Congreso para habilitar a votar a los ciudadanos residentes en el exterior, hasta ahora prohibida por la Carta Magna.
«Este referendum no tuvo contra, no hubo controversias, no hubo litigio, por lo que aparentemente no despertó el interés general», explicó a ANSA el asesor político del mencionado Tribunal, Luis Alberto Mauro.
Según datos oficiales de organismos internacionales, existen 772.000 paraguayos en el exterior, siendo el primer destino Argentina, seguido por España, Estados Unidos y Brasil.
Sin embargo, extraoficialmente se estima que 1.500.000 paraguayos viven en el extranjero, la mayoría emigrantes por razones económicas, en busca de trabajo en los países de destino.
En el pasado, a estos exiliados económicos se sumaban los expulsados políticos, sobre todo durante la larga dictadura del fallecido general Alfredo Strossner (1954-1989).
El presidente Lugo fue uno de los primeros en votar, en una escuela del barrio de Lambaré, donde tiene su domicilio particular, e instó a participar de este referendum en beneficio «de los compatriotas que viven en el exterior».
Los observadores internacionales valoraron el referendum, destacaron la normalidad del acto pero expresaron su extrañeza por la baja participación de la ciudadanía. «Se esperaba una baja participación», dijo también el jefe del Gabinete Civil de la Presidencia y hombre de confianza del presidente Lugo, Miguel López Perito. Pese a todo, consideró que la aprobación del voto de los paraguayos en el exterior, aún con una baja participación, «es un triunfo de la ciudadanía».
