
Los comentarios de Nouri al-Maliki, un chiíta, dejaron claro que se trata de que Irak se negó a que los militares de EE.UU. permanezcan bajo los términos de los estadounidenses.
Ayer, el presidente Barack Obama atribuyó la retirada de las tropas a su compromiso – prometió poco después de asumir el cargo en 2009 – de poner fin a la guerra que una vez describió como «tonta».
Cerca de 40.000 tropas de EE.UU. permanecerán en Irak, todos los cuales se retirará el 31 de diciembre – en el plazo establecido en 2008 – un acuerdo de seguridad entre Bagdad y Washington.
Al-Maliki dijo a los periodistas que todavía quiere ayuda estadounidense en el entrenamiento de las fuerzas iraquíes para usar los miles de millones de dólares en equipos militares que Bagdad está comprando a Estados Unidos. No dijo si los futuros entrenadores norteamericanos serían soldados en servicio activo, y dijo que cualquier oferta de inmunidad para ellos tendrían que ser resuelta en el futuro.
Alrededor de 160 tropas de EE.UU. permanecerán en la Embajada de EE.UU. en Bagdad para ayudar a supervisar los planes de entrenamiento – algo que es común en la mayoría de los puestos diplomáticos estadounidenses en todo el mundo.
