Las principales protestas han sido en Lisboa y en Oporto, y la más multitudinaria fue en la capital del país, donde decenas de miles de personas han desfilado desde la plaza Saldanha hasta la de Restauradores, en el centro de la ciudad.
Más de 130.000 personas acudieron a la marcha de Lisboa, según los sindicatos
Bajo lemas como «El país no se endereza con políticas de derecha» o «El coste de vida aumenta y el pueblo no aguanta» han denunciado las estrictas condiciones impuestas a los portugueses a cambio del rescate financiero internacional.
En la manifestación, estuvieron presentes también líderes sindicales y políticos, entre ellos el secretario general del Partido Comunista de Portugal (PCP), Jerónimo de Sousa, que ha defendido que los trabajadores «no van a dar treguas» al Gobierno.
Las protestas suponen un escalón más en las fuertes movilizaciones que ha tenido el país en los últimos tiempos en contra de los ajustes y reclamando medidas para favorecer el empleo juvenil. La CGTP ya había convocado varias protestas multitudinarias contra el anterior Ejecutivo del socialista José Sócrates y una huelga general en 2010, la primera en Portugal en más de dos décadas, junto al otro sindicato mayoritario, la Unión General de Trabajadores (UGT, de tendencia socialista).