En este corto comentario solo quiero reflexionar sobre, la doble moral que ostenta el galardonado premio nobel de la paz, por un lado aparece como el héroe salvador del mundo “preocupado” por la larga dictadura que sufren algunos países, por la sangrienta opresión de que son víctimas algunos pueblos, por la bandera de libertad para algunos movimientos insurgentes, pero sobre todo por la necesidad de preservar los recursos que son “patrimonio universal”, y que nadie mas cuidará tan bien como él, en representación del imperio; entonces en nombre de esto, invade pueblos, asesina niños, ancianos, jóvenes, mujeres, saquea los recursos, impone gobiernos. Por otro lado, mueren cientos de niños por hambre y sed en otros países del mundo, hay millones de niños y ancianos en EEUU en la más absoluta miseria muriendo de frío en las calles.
Entonces nos preguntamos: ¿en el largo recorrido evolutivo que transitamos los de la especie humana, hemos logrado adquirir una percepción ajustada a lo que nos conviene y nos favorece mezquinamente, llegando a percibir asesinatos, muerte, dolor, como buenos?
Aquí en este punto alguien dirá que en la mente de un sicópata, esto es así por naturaleza, pero hablamos del premio nobel de la paz, entonces surgen otras interrogantes:
Es un psicópata el premio Nobel de la paz?
Quien define el perfil de un premio Nobel, a quien favorece esta designación, para que sirve?
Luego como no mirar hacia adentro y reflexionar sobre lo grave y lo grande que significa este acontecer, para nuestro país; hoy Venezuela es el trofeo mas valioso, para los “defensores de la paz”, como alucinan los paladines de la justicia; llámese Orgía de Terroristas Asesinos Neuróticos (OTAN), con exhibir a nuestro Comandante Chávez, como hoy lo hacen con Gadafi, sin hacer comparaciones y mucho menos similitudes, ni meterme en profundidades, los venezolanos tenemos que mirarnos en ese espejo, debemos saber que los que creemos en el socialismo como única alternativa de vida, debemos anteponer cualquier expectativa individual o grupal con tono sectario, por ante la real amenaza que para el mundo representa, esta infernal jauría que desde siglos atrás devora a su paso todo lo que no sucumbe ante sus apetencias de poder. Y aun los que no creen en esto, no se escaparían de sufrir la nefasta intervención y sus consecuencias.
En fin termino esta reflexión citando a nuestro canciller:
“Venezuela ratifica su compromiso irrenunciable con la paz, y reitera su repudio a la cultura de la muerte impuesta por las élites occidentales que hoy incendian el mundo con el fin de acaparar las riquezas y los recursos soberanos de los pueblos”.
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