Radio Nacional de Venezuela- Radio Santa cruz- Cuba


La Habana, octubre 6 – Un acto terrorista de los tantos alentados desde suelo estadounidense contra el pueblo cubano aún clama hoy por justicia: el asesinato de 73 personas en un atentado contra un avión civil de la Isla en Barbados es el sabotaje terrorista más atroz visto en este continente.

El 6 de Octubre de 1976, el vuelo 455 de la línea aérea Cubana de Aviación, salió del aeropuerto de Seawell con destino final en La Habana, cuando pocos minutos después de despegar estalló en el aire como consecuencia de los explosivos colocados por los mercenarios venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo.

Ambos, seguían instrucciones de sus jefes, los experimentados terroristas de origen cubano Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, quienes dirigían grupos violentos desde Venezuela.

En la aeronave viajaban 11 jóvenes guyaneses para estudiar medicina en la Mayor de las Antillas, cinco funcionarios de la República Popular Democrática de Corea y 57 cubanos, entre ellos 16 esgrimistas del equipo juvenil, con sus entrenadores, técnicos y responsables.

Detenidos por la justicia venezolana días después, los autores materiales e intelectuales del acto lograron evadirse de la cárcel a pesar del clamor de todos los familiares de los mártires y el pueblo cubano.

Los autores confesos de ese acto disfrutan aún de impunidad, apoyados en el silencio cómplice de los gobiernos estadounidenses, autoproclamados abanderados de la lucha contra el terrorismo, mientras dan abrigo en su territorio a connotados asesinos.

Pese a todas las pruebas que existen sobre la autoría intelectual del atentado, Estados Unidos de niega a responder la petición de extradición de Posada Carriles formulada por el gobierno de Venezuela.

Ante las abrumadoras pruebas, Estados Unidos trató de eludir el juicio por temor a que salieran a la luz las relaciones de Washington con los protagonistas de ese atentado, cuyas víctimas son una prueba más de una política agresiva del gobierno norteamericano desde el triunfo de la Revolución cubana en 1959.

Hoy, Posada Carriles camina libremente por las calles de Miami amparado por el gobierno norteamericano mientras los familiares de las víctimas de este crimen claman por justicia ante este hecho que después de 35 años aún permanece impune.

Qué sabía la CIA?

El seis de octubre de 1976 se produjo el acto terrorista más grave de la historia de América Latina, cuando un avión de Cubana de Aviación explotó en pleno vuelo frente a las costas de Barbados y perecieron sus 73 tripulantes y pasajeros.

¿Qué supo en ese momento la CIA y la comunidad de Inteligencia de Estados Unidos sobre este acto terrorista? ¿Específicamente qué sabía el entonces Director de la CIA?, se preguntaba el periodista e investigador Reinaldo Taladrid Herrero, quien al respecto contó una larga historia, de la cual hoy el diario reproduce algunos fragmentos.

El siete de septiembre de 1988, durante una audiencia en el Senado de EEUU., el senador demócrata por el estado de Iowa, Tom Harkin, realizó un grupo de preguntas al entonces Vicepresidente y candidato republicano a la Presidencia de los EE.UU., George H. W. Bush:

Harkin expuso que dados los vínculos pasados de Luis Posada Carriles con la CIA, el conocimiento de esa organización de la conexión cubana con el sabotaje al avión de Cubana y el atentado en 1976 en Washington al ex canciller chileno del Gobierno de Unidad Popular Orlando Letelier, ¿por qué como Director de la CIA no tomó ninguna acción en aquel momento?.

Las preguntas del senador demócrata quedaron sin respuesta y apenas recibieron atención en la prensa, y todavía hoy no han sido respondidas por el aludido, se asevera en el artículo.

Si como dijo el senador Harkin, Bush padre viajó a Miami en noviembre de 1976, en compañía de un alto oficial del FBI, entonces, de acuerdo con la información revelada en documentos desclasificados más tarde, ya conocía que Luis Posada Carriles y Orlando Bosch eran responsables de ese atentado.

Refiere seguidamente que en un documento de la CIA fechado el 22 de junio de 1976 y calificado como de «fuentes de información de Inteligencia delicadas» se dice: Asunto: Posibles planes de un grupo extremista de exiliados cubanos para volar un avión de Cubana. Fuente: Un empresario con estrechos vínculos con la comunidad de exiliados cubanos. Suele ser un informante confiable.

1. Un grupo extremista de cubanos exiliados dirigidos por Orlando Bosch planea colocar una bomba en un vuelo de Cubana de Aviación entre Panamá y La Habana. De acuerdo con los planes iniciales para esta operación, se requería colocar dos bombas en el vuelo No. 467 de Cubana, del 21 de junio de 1976, previsto para salir de Panamá a las 11:15 a.m., hora local de Panamá…

En otro documento secreto de la CIA fechado el 13 de octubre de 1976, dirigido a la División de Inteligencia del FBI, se lee: «Asunto: Pistas sobre las personas involucradas en el accidente del avión de Cubana, ocurrido el seis de octubre de 1976:

Esta Agencia (la CIA) ha llevado a cabo una investigación sobre los nombres de las personas que presuntamente participaron en la voladura del vuelo de Cubana de Aviación y hemos determinado que esta Agencia estaba vinculada a una persona cuyo nombre ha sido mencionado en relación con la explosión notificada, en referencia a Luis Posada Carriles.

Hay un Cable de Información de Inteligencia del Directorado de Operaciones de la CIA fechado el 14 de octubre de 1976, clasificado como de «prioridad» y enviado a 14 destinatarios del más alto nivel, donde se dice:

[… ] En una cena de recaudación de fondos para Bosch de mil 118 dólares el plato efectuada en casa de Hildo Folgar, un exiliado cubano y prominente cirujano, este expresó: «Ahora que nuestra organización ha salido del trabajo de Letelier bien parada, vamos a intentar algo más».

Unos días después de la cena para recaudar fondos se oyó decir a Posada lo siguiente: «Nosotros vamos a derribar un avión de Cubana, Orlando (Bosch) tiene los detalles».

Otro informe secreto del dos de noviembre de 1976, de la oficina del FBI en Miami al director del FBI en Washington, dice que en reunión celebrada en el bar del Anauco Hilton de Caracas (Venezuela), en la que estuvieron presentes Frank Castro, Gustavo Castillo, Luis Posada Carriles y Morales Navarrete, se discutieron planes relacionados con la voladura de un avión de Cubana.

¿Por qué entonces el gobierno de los Estados Unidos le dijo a las autoridades venezolanas que no tenía información sobre los hechos para ser usada en el proceso contra los autores del atentado?, se pregunta el articulista.

Seguidamente recuerda que días después de las preguntas realizadas por el senador Harkin en la audiencia senatorial de 1988, George Bush padre fue electo Presidente de EEUU.

Más tarde –dice- siendo Presidente, George Bush padre curiosamente amnistió a Orlando Bosch, y concluye: Saque Ud. sus propias conclusiones.