Marcos Guerra Urban


La derecha cipaya y los poderes transnacionales se reagrupan ante un estrepitoso fracaso por la vía electoral: es la hora de las ONGs, asociaciones y federaciones que hagan el trabajo que los partidos de oposición no han sabido hacer y que tan buenos resultados están dando en Venezuela, Ecuador, Bolivia o Paraguay, o en cada país en que el neoliberalismo haya sido desplazado del gobierno, donde persisten sin embargo aún espacios controlados y zonas liberadas dentro de esos mismo gobiernos que responden a intereses contrarios a los intereses populares y que deben ser ayudadas por la “sociedad civil”.

El viernes 26 de agosto pasado en el Hotel Panamericano de la ciudad de Buenos Aires, en el marco del almuerzo anual del Foro del Sector Social, una de las cuatro organizaciones promotoras junto a la Red Argentina de Banco de Alimentos, el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE) y la Federación de Fundaciones Argentinas (FEDEFA), presentaron la “Confederación de la Sociedad Civil”. Entre los asistentes al evento se encontraban la Embajadora de Estados Unidos en Argentina, Vilma y los diputados nacionales Fernando Yarade (FpV-Salta) y Federico Pinedo (Pro-Capital). Además participaron de la reunión cerca 300 empresarios, fundaciones y políticos, como la ex ministra de Salud Graciela Ocaña y la intendenta electa de Rosario, Mónica Fein, a través de una videoconferencia. La Red de Acción Política (RAP) de Alan Claterback organizó y coordinó la mesa de expositores.

El flamante espacio fue creado para «potenciar a las federaciones y espacios colectivos miembro y al conjunto de la sociedad civil, convirtiéndose en una entidad de referencia para todos los dirigentes de los diversos sectores y corrientes de pensamiento, ayudando a que las agendas comunes de interés público se visibilicen a nivel masivo, y aportando a la construcción de políticas públicas y sociales en los tres niveles del estado«, sostuvieron los impulsores de la Confederación.

En un espeluznante discurso, Enrique Morad afirmó: Nuestra época, (digamos lo que lleva el Siglo XXI) con los enormes avances en la tecnología de las comunicaciones, de producción alimentaria, de generación de energías alternativas  y la  aceleración en los tiempos de transportes entre otras realidades está  cambiando radicalmente las condiciones de nuestra vida: valores culturales, nuevas oportunidades de participación ciudadana… Siempre, los cambios de época impactan y generan oportunidades, alianzas, espíritu emprendedor, aprendizajes, innovación, capitalización de yerros, empoderamiento, fervores colectivos.

Esto ocurre en nuestro país, pero también en el resto de los países. Está ocurriendo, lo sabemos y lo vivimos “on line”. Hay una creciente capacidad de enfrentar y resolver los problemas directamente, de crear soluciones eficaces y a bajos costos, de superar desencuentros anteriores. Y todo con transparencia, justicia y fuerte capacidad de ser replicado, más rápido y mejor que antes. Por otra parte, las injusticias,  las cosas poco transparentes, las consecuencias de la ignorancia ya no son soportados como lo fueron en el pasado.  Ni por quienes tal vez cometíamos abusos o no los evitábamos,  ni por quienes eventualmente los sufríamos.

Hay en el mundo una clara renovación del rol de la sociedad civil, que con dinamismo se constituye en actora para encontrar las mejores soluciones. Los viejos problemas son sustituídos por alternativas que transforman la situación y generan nuevas respuestas, que traen nuevos riesgos y  posibles daños, que un sector de la sociedad quisiera poder evitar… Pero hay otros grupos,  a todo lo ancho y largo del territorio y en cada una de las situaciones, que entienden que hay una enorme oportunidad de cambiar integral y rápidamente hacia una mejor sociedad. Muchos de esos grupos estamos aquí y nos reunimos en la Confederación de la Sociedad Civil.

Algunos tienen un vasto historial y antecedentes en el sector social, y otros una enorme energía pero poca trayectoria. Sin embargo, todos nos estamos organizando para ser más eficientes, y generar sinergias entre los que saben hacer algunas cosas y los que disponen de algunos recursos; los que cubren el territorio nacional y los que conocen “todo” de una región o barrio;

los que vienen trabajando con el estado y los que nunca lo hicieron.

Desde nuestro sector, todos queremos llevar nuestras acciones con una mirada estratégica;  creemos y queremos apoyar el involucramiento ciudadano en las soluciones,  queremos aportar ideas para desarrollos sustentables y ajustar incluso nuestras conductas personales al nuevo marco ambiental, y analizamos las respuestas que a problemas semejantes se dan en países hermanos.

Por eso estamos presentado la Confederación de la Sociedad Civil, que integra nuestras asociaciones de segundo grado y otros actores de manera libre y como iguales, basados en metas y valores de desarrollo compartidas, respeto mutuo, confianza, autonomía organizacional, acompañamiento a largo plazo, solidaridad y ciudadanía global.

Quiero presentarles un documento inicial que estamos repartiendo en versión digital y que reúne, en ocho capítulos, la tarea que diversas entidades de la sociedad civil realizan en pro del bien común. El documento fue confeccionado con la colaboración de numerosas instituciones, a las que le agradecemos su aporte. Reúne el saber hacer de muchas personas que conocen de carencias y vuelcan su inteligencia y trabajo voluntario en superarlas. Como Confederación creemos que podemos difundir mejor la labor de la sociedad civil, pero también potenciar y multiplicar la participación en iniciativas solidarias.

Ya hay funcionando 3 mesas temáticas:

Nutrición 10 – Hambre 0, (N10H0) un espacio integrador que articula personas e instituciones decididas a promover no sólo la lucha contra el hambre y la desnutrición, sino también la óptima nutrición de toda la población a través de la articulación público-privada. Es una iniciativa de mayo de este año 2011 y que en tan poco tiempo ha logrado el respaldo de más de mil entidades a través de un efecto red sin precedentes en nuestra sociedad civil. Que esta amplia e innovadora iniciativa red se haya conformado en una Mesa de Trabajo de la CSC, refleja también la firme necesidad de aunar esfuerzos para construir más y mejor capital social en un país que reclama soluciones urgentes para los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, en especial, la niñez.

Otra Mesa procura generar calidad para la educación pública en la Argentina. Con actores con pluralidad de recorridos profesionales, ideológicos, sociales y religiosos, pero con homogeneidad como ciudadanos interesados y con vocación por trabajar en pos de una mejor educación para todos. Su visión no es de especialistas o de políticos; es la de ciudadanos preocupados por el futuro del país. La sociedad civil cumple su rol estratégico en el apoyo, la demanda, el acompañamiento, la generación de propuestas y la movilización social en dirección a la mejora de la educación.

META (Mejor Educación para todos en Argentina) sumará su aporte al del estado y al de los trabajadores para juntos vigorizar a la educación como un verdadero medio de desarrollo personal, inclusión y progreso social.

Por último, la Mesa Juntos por la Sociedad Civil procurará, junto al Estado, generar las mejores condiciones para el desarrollo institucional de las organizaciones de la sociedad civil y otras iniciativas que se irán produciendo en el seno de este movimiento que nos da a los argentinos una nueva y esperanzadora oportunidad que ninguno está dispuesto a desperdiciar y en la que todos, como ocurrió en tiempos anteriores de nuestra historia, estamos dispuestos a sumar nuestros esfuerzos.

Haremos todo dialogando, dando la prioridad al que sabe y al que puede, acompañando y sin perder el tiempo: con buena onda, con el espíritu que reina hoy aquí. Es nuestro compromiso con nuestros pares y nuestra deuda con quienes no pueden esperar más.


La derecha se reunifica y reinventa, ocupando espacios …..