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Un documento de la CIA fechado el 22 de junio de 1976 en Caracas enumeraba los planes terroristas de varios grupos extremistas liderados por Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, entre ellos el derribo de un avión civil cubano

La Habana, 4 sept. 2011.- Cuba denunció este martes la complicidad del gobierno de los Estados Unidos con la voladura del avión de Cubana de Aviación el 6 de octubre de 1976 frente a las costas de Barbados pues conocía de antemano los planes terroristas de los autores intelectuales de este hecho.

Un artículo publicado en el diario Granma, revela que un documento de la CIA fechado el 22 de junio de 1976 en Caracas enumeraba los planes terroristas de varios grupos extremistas liderados por Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, entre ellos el derribo de un avión civil cubano.

El entonces director de la CIA, George Bush padre, recibió esta información días antes de producirse el atentado terrorista en Barbados y no tomó ninguna acción, señaló el texto.

Asimismo, el gobierno de Estados Unidos le dijo días después de la voladura del avión a las autoridades venezolanas que no tenía información sobre los hechos para ser usada en el proceso contra los autores del atentado.

Sin embargo, la CIA poseía varios cables donde Posada Carriles afirmaba que iban a derribar un avión de Cubana y Orlando Bosch tenía todos los detalles.

Otro informe secreto del FBI detalló la reunión de varios terroristas en Caracas donde se discutieron los detalles sobre la voladura de una aeronave civil cubana y poco después que se estrellara la llamada telefónica de Hernán Ricardo a Bosch donde expresó que «Un ómnibus con 73 perros a bordo se había caído por un precipicio y todos habían muerto».

En 1988, antes de ser electo presidente de los Estados Unidos, Bush padre fue cuestionado en una audiencia pública en el Senado sobre el Crimen de Barbados y la participación de Posada Carriles donde solo primó el silencio del político norteamericano.

Dos años después y siendo mandatario de esa nación, amnistió al terrorista Orlando Bosch, como muestra del doble rasero en la política estadounidense contra este flagelo.