Agencias / Matrizur.org

 

Cristina Fernández de Kirchner fue electa hoy presidenta de la Nación por segunda vez consecutiva y extendió su mandato por cuatro años más.

El próximo 10 de diciembre, Fernández de Kirchner dará inicio al tercer período consecutivo de un proyecto de país cimentado en el desarrollo de la industria interna; el resurgimiento del mercado nacional; una política monetaria estable y el aumento de la redistribución de la riqueza.

 

Como manifestó la propia jefa de Estado en repetidas oportunidades, y con un Parlamento más favorable, el próximo período se inclina hacia «la profundización de modelo económico-social» que comenzó el 25 de mayo de 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner en una Argentina devastada por la crisis económica interna.

Durante sus últimas apariciones públicas, Fernández de Kirchner llamó a la «unidad nacional» y pidió la «ayuda de todos los argentinos» para fortalecer el camino que posibilitó, por ejemplo, soportar la crisis financiera mundial que se vivió tras el derrumbe de las bolsas internacionales en 2008.

Según la propia presidenta y miembros del Gabinete nacional, uno de los ejes a profundizar en el mediano plazo es el crecimiento del sector PyME, que apunta a la generación de empleo genuino, a la producción interna y al consumo de bienes nacionales.

También son puntos cruciales para el Gobierno la disminución de la tasa de desempleo (que según el último informe bajó hasta el 7,2 por ciento, el más bajo de los últimos 20 años); el desarrollo del sector científico-tecnológico; el aumento de la producción agropecuaria con más valor agregado y el equilibrio de la balanza comercial.

Además, en los últimos ocho años del actual modelo político, se destacó la tarea en Derechos Humanos; la mejora en la situación de jubilados y pensionados; las medidas de inclusión social como la Asignación Universal por Hijo y por embarazo; y la sanción de legislación clave como la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el matrimonio igualitario y la Ley de Reforma Política.

Por otro lado, en materia internacional, tanto el período de Kirchner como el de Cristina impulsaron con vehemencia los lazos regionales a través del Mercosur, la Unasur y la relación bilateral con cada uno de los países sudamericanos, interpretando éstas relaciones como «estratégicas» para el crecimiento regional y, sobre todo, de la Argentina.