Durante la presentación de su último libro, Moore criticó duramente a la clase más rica de Estados Unidos y denunció su avaricia, mientras que en la nación se mantiene un alto nivel de pobreza.
Como ejemplo, el realizador indicó que Nueva York tiene ocho millones de habitantes y un millón vive en la pobreza.
“Es una vergüenza. Sin embargo, el sistema no se detiene aquí. No importa cuánta vergüenza podamos sentir, la maquinaria va hacia adelante, para hacer más dinero. Nuevas maneras de trampear con las jubilaciones, de robar aún más”, expresó el director de los reconocidos documentales Bowling for Columbine, Fahrenheit 9/11 y Sicko.
Frente a esta situación, Moore declaró que “algo está sucediendo en Liberty Plaza”, sitio en Nueva York, cercano a Wall Street, que se transformó en el epicentro de las protestas ciudadanas.
El cineasta resaltó el apoyo que tiene el nuevo movimiento por parte de sindicatos y denunció la manipulación mediática que se realiza sobre estas actividades.
Aunque al lugar llegaron trabajadores del transporte terrestre y la aviación, la televisión sólo “mostró a unos pocos hippies que tocaban sus tambores”, como una forma de restarle importancia al movimiento de protesta.
Moore, que visitó la plaza en varias oportunidades, señaló que en el lugar se congregan jóvenes, ancianos, maestros, enfermeros y hasta “gente que vota por Ron Paul”, candidato presidencial ultraconservador.
El realizador también se refirió a los poderosos de Estados Unidos y recordó que 400 personas en el país concentran las principales riquezas, dato difundido por las revistas Forbes y PolitiFact.
Por esta razón, Moore indicó que “esto no se puede llamar democracia. La democracia implica una suerte de igualdad: yo no digo que cada pedazo de la torta debe ser de la misma medida, pero ¿no nos fuimos mucho más allá?”.
El cineasta explicó que los nuevos ricos de su país “no hicieron su fortuna gracias a una buena idea”, ni con trabajo, sino que “se enriquecieron con el dinero de los otros, con el que jugaron como si fuesen al casino”.
Moore afirmó que la gente que participa en el movimiento Ocupar Wall Street se encuentra en riesgo de que sus hijos no puedan ir a la escuela o quedarse sin viviendas.
“El mensaje de gritar fuerte es llegar a los millones de personas que se dieron por vencidas o que fueron convencidas por ignorancia. Lograremos hacer llegar nuestro mensaje que para aquellos 400 (poderosos) será la peor de las pesadillas. Porque lo único que saben hacer bien son las cuentas. Nosotros somos muchos más que ellos. Depende sólo de nosotros”, enfatizó.
De igual modo, Moore aseveró que la misión de los ciudadanos es “involucrarnos. Por eso les digo: apoyen la protesta de Liberty Plaza”.
Las protestas en Wall Street también fueron respaldadas por la actriz Susan Sarandon, así como por los intelectuales Noam Chomsy y James Petras.
El fin de semana pasado, una manifestación de ciudadanos realizada en Nueva York fue duramente reprimida. La policía arrestó a 700 personas.
Las acciones que denuncian la impunidad de los banqueros que causaron la crisis se extendieron a varias regiones del país.