“En este momento, las medidas que tomamos son: las relaciones entre Turquía e Israel quedan reducidas a nivel de segundo secretario. Todos los responsables con grado superior a segundo secretario, y en primer lugar el embajador, deben regresar a su país a más tardar el miércoles” próximo, señaló este viernes en una rueda de prensa el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu.
“Incluso en épocas de guerra, los Estados deben respetar unas normas y, según esas normas, matar a civiles es un crimen de guerra. Pero es que Israel ni siquiera está oficialmente en estado de guerra”, apuntó.
El canciller turco explicó que desde el ataque israelí, condenado por la comunidad internacional, se han enviado cuatro delegaciones a Israel para presentar al Gobierno de Tel Aviv (capital israelí) las demandas turcas, entre ellas una disculpa oficial por el incidente y el pago de compensaciones a los familiares de las víctimas, pero la respuesta ha sido negativa.
Además, Davutoglu criticó que el Gobierno israelí “ha ralentizado el trabajo de la comisión” y ha forzado que su publicación “sea pospuesta en varias ocasiones”.
“En esta situación, las relaciones no se normalizarán”, afirmó la autoridad turca.
El diplomático turco anunció que su país llevará el caso del bloqueo israelí contra Gaza al Tribunal Penal Internacional (TPI) en protesta por el informe de la ONU, redactado por el ex primer ministro neozelandés, Geoffrey Palmer, que aunque afirma que la operación de la marina israelí contra la flotilla humanitaria fue “excesiva”, también asegura que tal medida es “legal”.
“No es posible ni aceptable que el informe trate el bloqueo a Gaza como algo legal, ya que el Consejo General de Naciones Unidas lo ha definido como contrario al derecho internacional”, denunció Davutoglu.
Turquía anunció recientemente que iba a aplicar un plan B de sanciones contra Israel si se negaba a pedir disculpas por este hecho.
El objetivo de la Flotilla de la Libertad, que estaba compuesta por seis barcos, tres de ellos turcos, era transportar entre otras cosas materiales de construcción, equipos médicos y productos de necesidad básica para asistir al pueblo palestino.
El Gobierno de Israel aplica desde el año 2006 un bloqueo férreo contra Palestina, por lo que mantiene cerrados los pasos fronterizos necesarios para recibir ayuda humanitaria, alimentos y combustible para la única planta de electricidad de la Franja de Gaza.