Las escobas verdes y amarillas, los colores de la bandera brasileña, fueron colocadas al final de la noche del martes para que los 513 diputados y 81 senadores las vieran al llegar a la sede del Congreso, según los organizadores.
La protesta contra la corrupción nació de una movilización en las redes sociales Twitter y Facebook, donde cibernautas reaccionaron a las denuncias de la prensa de irregularidades en el gobierno.
Las denuncias han provocado la caída de cuatro ministros del gabinete de la presidenta Dilma Rousseff y la salida de decenas de funcionarios de alto nivel de los ministerios de Agricultura, Transporte y Turismo.
Los titulares de esas dependencias perdieron sus cargos en medio de denuncias de otorgamiento de contratos irregulares, sobornos y sobrefacturación de obras, mientras que el ex jefe de gabinete, Antonio Palocci, debió dejar el gobierno al revelarse que multiplicó su fortuna personal entre 2006 y 2010, cuando era diputado.
La depuración del alto mando del gobierno fue bautizada por la prensa como una «limpieza ética» por parte de la presidenta Rousseff.