La información fue confirmada por el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, quien este sábado afirmó en una rueda de prensa ofrecida en Dushambe, (capital de Tayikistán), que su país está “en contra de la imposición de sanciones unilaterales”, y por ende no está de acuerdo con las acciones aplicadas sobre el petróleo de Siria.
«La parte rusa siempre ha insistido en que las sanciones unilaterales son contraproducentes y tienen efectos negativos en la gestión de cualquier crisis (…) Siempre hemos sostenido que las sanciones unilaterales no producen nada bueno. Destruyen la posibilidad de abordar de manera concertada cualquier crisis», dijo el titular de Relaciones Exteriores.
Fue enfático en aseverar que para él “las sanciones rara vez resuelven algo», y recordó que su país, al igual que China, se ha opuesto de manera terminante a las acciones de este tipo que han pretendido imponerse al Gobierno presido por Bashar Al Asad.
Las sanciones de la UE incluyen la prohibición de la compra, importación o transporte desde Siria de petróleo y derivados, así como la inmovilización de capitales y recursos económicos de personas y entidades que se beneficien del Gobierno o que les presten apoyo.
Según el bloque multiestatal europeo, la pena se aplica ante supuestas inminentes “violaciones” de derechos humanos en Siria.
El presidente Sirio, Bashar Al Asad ha denunciado la presencia de grupos de infiltrados que quieren sembrar caos en el país por medio de la violencia y los asesinatos. Asimismo, ha demostrado la intención de negociar con opositores que han pedido reformas políticas y sociales en el país.