Activist Post, Traducción por Ivana Cardinale

Una vez más el presidente Barack Obama ha utilizado la autoridad que le confiere la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional y la Ley Nacional de Emergencias para imponer sanciones radicales en contra de una nación soberana sin la aprobación del Congreso estadounidense.

El 16 de agosto 2011, Obama firmó la Orden Ejecutiva 13582: Bloqueo de la Propiedad del Gobierno de Siria y la Prohibición de Ciertas Transacciones en Relación a Siria, que autoriza la confiscación de todos los bienes de propiedad Siria e intereses de propiedad en Estados Unidos. También prohíbe exportaciones de servicios estadounidenses a Siria, la importación de petróleo de Siria y cualquier inversión nueva en Siria o aquellos que los mantienen.

Las siguientes acciones están ahora prohibidas:

a)Nueva inversión en Siria por una persona estadounidense, donde quiera que se encuentre;

b)La exportación, re-exportación, venta, o suministro, directa o indirectamente, desde Estados Unidos, o por una persona estadounidense, donde quiera que se encuentre, de algún servicio a Siria. ;

c) La importación a EE.UU. de petróleo o productos petroleros de origen sirio;

d)Cualquier transacción o acuerdo por una persona estadounidense, donde quiera que se encuentre, incluyendo compra, transporte, intercambio, intermediación, aprobación, financiamiento, facilitación o garantía, en o relacionado con petróleo o productos petroleros de origen sirio;

e) Cualquier aprobación, financiamiento, facilitación o garantía por una persona estadounidense, donde quiera que se encuentre, de una transacción por una persona extranjera donde la transacción de esa persona extranjera sería prohibida por esta sección si es realizada por una persona estadounidense o dentro de EE. UU.

Las sanciones radicales unilaterales también permiten al presidente confiscar la propiedad sin sin previo aviso a los que patrocinan o proporcionan ayuda material a Siria. En el caso de que tal persona debiera tener protección constitucional, Obama declaró “no hay necesidad de notificación previa de una lista o determinación” debido a sus poderes durante una “emergencia nacional”.

En el momento de firmar, la Casa Blanca le hizo un llamado al presidente sirio Bashar al-Assad a hacerse a un lado, “por el bien del pueblo Sirio, el momento ha llegado para que el presidente Assad se haga a un lado”, indicando una política oficial de cambio de gobierno en Siria.

Esta acción sigue la Orden Ejecutiva 13572 desde abril llamada Bloqueo de Propiedad de Ciertas Personas en Relación a Abusos de Derechos Humanos en Siria, que le dio a Obama el amplio poder para confiscar activos de sirios sospechosos de ser cómplices en abusos de derechos humanos.

Anteriormente, el presidente Obama eludió al Congreso cuando impuso sanciones y confiscó bienes del gobierno de Libia por la Orden Ejecutiva 13566 en febrero de este año.

En menos de un me después, EE. UU. y la OTAN comenzaron a controlar la zona de exclusión aérea en Libia, también sin debate en el Congreso. Ahora EE, UU, y la OTAN están ocupados con una guerra civil en Libia donde miles de millones de dólares están siendo gastados, nuevamente sin la aprobación del Congreso o supervisión.

Estas nuevas sanciones, junto a las reciente sanciones de la Unión Europea, combinado con los llamados por un cambio de régimen en Siria, parece seguir el mismo patrón de la invasión a Libia. Por lo tanto, es razonable asumir que si el presidente sirio Bashar al Assad resiste, él será expulsado de una u otra forma.

También es evidente que Obama cree que él no necesita consultar al Congreso o cumplir con la Constitución sobre estos asuntos debido a los poderes que le confiere bajo emergencia nacional o internacional. Si el patrón es alguna indicación, EEUU se dirige a otra guerra no declarada.