Luigino Bracci

El entonces embajador estadounidense Clifford Sobel (izq.) y quien sigue siendo
el presidente de Microsoft Brasil, Michel Levy.
Un cable publicado recientemente por Wikileaks revela que Michel Levy, presidente de Microsoft Brasil, se reunió en 2007 con el entonces embajador de Estados Unidos en ese país, Clifford Sobel, preocupado por la posición del gobierno en el debate sobre los formatos de archivo que debían usarse en el Estado brasileño.

Microsoft, que defiende los formatos de su producto Microsoft Office, estaba preocupada por la insistencia del gobierno de usar estándares abiertos, lo que garantizaría al gobierno independencia de cualquier producto comercial. Levy aseguró que el gobierno brasileño realizaba una “campaña ideológica antiestadounidense” y “una estrategia en contra de los derechos de propiedad intelectual y de recibir regalías”. Además, acusó a Dilma Russeff, entonces Jefa de Gabinete del gobierno de Lula Da Silva y hoy presidenta de Brasil, de ser la “arquitecta” de esa campaña.


La embajada estadounidense respondió a Microsoft recomendándole hacer lobby con otras empresas brasileñas y estadounidenses, presionando para que la decisión de los formatos no fuera tomada por el Ejecutivo, sino por el Congreso de Brasil. Igualmente, le sugirieron hacer campaña para que tanto el formato propietario OOXML, como el formato libre ODF, fueran aceptados juntos.


Contexto

En 2007, un debate ocurrió a nivel mundial cuando Microsoft intentó que la Organización Internacional de Estandarización (ISO) aprobara los nuevos formatos de archivo que usa para Microsoft Office 2007: .DOCX (Word), .XLSX (Excel) y .PPTX (PowerPoint), que ellos llaman OOXML.

En 2007 y 2008 surgieron banners y
botones como éste, rechazando el
formato OOXML de Microsoft y dando 
apoyo a estándares abiertos,
El debate ocurrió porque, por muchos años, los populares formatos que habían usado las versiones previas de Microsoft Office (los famosos archivos .DOC, .XLS y .PPT) eran formatos cerrados, sin especificaciones disponibles. Los únicos productos que se podían usar de forma segura para abrir y editar esos archivos, eran los de Microsoft, lo que creó una condición de monopolio.

Esto traía un problema a los gobiernos y entes públicos, que estaban generando toneladas de información que se almacenaba usando estos archivos. Por un lado, esto obligaba a ciudadanos y empresas a comprar productos de Microsoft para poder interactuar con los gobiernos (por ejemplo, en muchos ministerios se pide: “Enviar su currículum en formato Microsoft Word”, lo que obliga a la persona a tener ese programa para tener chance de conseguir empleo), generándose una indeseable situación de monopolio y dependencia a una empresa privada.

Si alguien quería desarrollar un software capaz de leer o editar esos formatos, no tenía una forma sencilla de hacerlo, pues Microsoft no daba acceso a las especificaciones.

Por el otro, no había garantía de lo que pudiera pasar en 10, 20 o 50 años con los documentos que usen formatos de Microsoft. Si esa empresa desaparecía, ¿cómo se podrían leer esos millones de archivos en formato Word, Excel o PowerPoint? Recordemos que muchos de los productos de software más vendidos en la década de los ochenta, como WordStar, WordPerfect, Harvard Graphics, Lotus 1-2-3 y similares, desaparecieron con el tiempo. A medida que pasan los años, se hace más difícil leer archivos creados en esos formatos cerrados.

Protesta en Oslo, Noruega, en abril de 2008 en contra de que la ISO aprobara 
el formato OOXML como un estándar abierto. Foto: Andy Armstrong, vía Wikipedia.
Paulatinamente aparecieron alternativas abiertas: al surgir el software libre OpenOffice, surge el formato OpenDocument (ODF), que luego fue estandarizado por la organización OASIS y la ISO. OpenDocument se usa no sólo en OpenOffice, sino en Koffice, AbiWord, LibreOffice, Google Docs, celulares inteligentes, e incluso aparecieron “plugines” para abrirlo y guardarlo desde Microsoft Office. Esto fue posible porque el OpenDocument es un formato abierto, con especificaciones conocidas, y cualquier programador puede crear un software que lo lea y modifique.

Al entrar al siglo XXI, muchos países del mundo comenzaron a emitir leyes para usar únicamente estándares abiertos en sus gobiernos. Venezuela lo hizo en 2004, con el Decreto Presidencial 3.390. También lo hicieron Brasil, Ecuador y Uruguay en Suramérica; los estados de la Unión Europea; India, Japón, Malasia, Suráfrica, varias comunidades autónomas de España, y muchos más.

Una de las caricaturas surgidas en 2008 protestando en contra de que la ISO acepte el formato de
Microsoft OOXML como estándar abierto.
Viendo esta nueva tendencia que ponía en peligro sus productos, Microsoft creó nuevos formatos (DOCX, XLSX y PPTX, que aparecieron por primera vez en Microsoft Office 2007), publicando especificaciones de los mismos (que estaban incompletas), e intentó que la ISO avalara su formato, a pesar de las numerosas patentes sobre el mismo. Esto generó protestas de los movimientos de Software Libre a nivel mundial. En Venezuela, hubo una fuerte controversia debido a que Microsoft, la UCV y grupos interesados intentaron que nuestro país y los entes que lo representaban (Fondonorma) votaran en la ISO a favor de Microsoft [1].


En Brasil

En un cable fechado el 21 de diciembre de 2007 y publicado por Wikileaks, se señala que el día anterior en Sao Paulo, se reunieron el embajador estadounidense en Brasil, Clifford Sobel, con el presidente de Microsoft Brasil, Michel Levy.

Levy aseveró que las políticas actuales del gobierno “son enemigas de los Derechos de Propiedad Intelectual. De acuerdo con Levy, el gobierno a través de la Cancillería ha montado una campaña internacional para desacreditar el formato propietarioXML de Microsoft, y está animando a otras naciones a adoptar el formato ODF (OpenDocument) en detrimento del XML, en miras a la reunión de la Organización Internacional de Estandarizaciones (ISO) quye se efectuará en Ginebra el próximo mes de marzo”.

Según el cable, Levy solicitó una reunión con Sobel el 20 de diciembre “para discutir maneras de trabajar con lo que él describió como un gobierno antagónico”.

Levy cree que este tema se ha vuelto ideológico y es una manifestación de anti-americanismo por parte de la Cancillería brasileña. Él afirmó que la Jefa del Gabinete del Presidente Lula Da Silva, Dilma Rousseff, junto al consejero de alto nivel Celso Álvarez, son los arquitectos de una estrategia desde el gobierno en contra de los derechos de propiedad intelectual y en contra de recibir regalías.” Se desconoce si con Celso «Álvarez» se referían en realidad a Celso Amorim, entonces canciller brasileño y hoy ministro de Defensa.
La actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el entonces 
canciller de Brasil y hoy ministro de Defensa, Celso Amorim.
Levy aseveró al embajador que el formato OpenDocument (ODF) era inferior, que simplemente “no puede hacer el mismo trabajo” que la contraparte de Microsoft, y que si el gobierno decretara al formato ODF como único estándar del Estado brasileño, “eso tendría consecuencias económicas para Brasil”.

“Aún cuando Levy dejó claro que Microsoft no está pidiendo al gobierno estadounidense que se avoque a este tema, y en efecto pidió que la reunión se mantenga estrictamente confidencial, el embajador Sobel ofreció consejos en varios acercamientos que Microsoft podría aprovechar para generar apoyo para estándares que abarquen tanto a ODF como a XML. Específicamente, el embajador cree que Microsoft debería trabajar junto a varios grupos empresariales para empezar una discusión con el gobierno en este tema. El embajador también indicó que Microsoft debe lograr que las empresas brasileñas pongan en alta prioridad este tema en la agenda del CEO Forum, que se realizará a comienzos del año que viene (2008) con el Secretario del Departamento de Comercio, (Carlos) Gutiérrez”.

Efectivamente, Gutiérrez viajó a Brasil en octubre de 2008 para la reunión con empresarios y cámaras de comercio del coloso suramericano. [2]

Según un comentario final en el cable, “las preocupaciones de Levy en torno a una ideología antiestadounidense en la Cancillería Brasileña no son únicamente preocupaciones de Microsoft. La preocupación de Microsoft de que el gobierno busque adoptar un estándar que no permita software propietario, merece nuestra atención. La presión de múltiples industrias por una estrategia que permita un debate en el Congreso sobre los méritos relativos de los sistemas de software, seguramente dará mejores resultados que Microsoft peleando este asunto sólo”.

Cómo ir acabando con el Socialismo en Vietnam

Hanoi, capital de Vietnam.
Vietnam, país que cuenta con un gobierno y un pueblo socialista que pudieron vencer a los Estados Unidos en la guerra de los años sesenta y setenta, ha cedido al sistema económico capitalista impulsado por occidente, y Microsoft ta tenido su cuota de responsabilidad.

Son varios los cables de Wikileaks que muestran la presión de Microsoft y otras empresas transnacionales para que se aprueben leyes de propiedad intelectual que garanticen a estas empresas la posibilidad de hacer negocios. Uno de estos cables, fechado en abril de 2004, dice: «El encargado de asuntos económicos de la Embajada, sugirió a Microsoft trabajar con otras empresas internacionales de software y hardware, incluídos sus competidores, para enviar un mensaje unificado al gobierno de Vietnam: que las empresas de tecnologías de información no considerarán seriamente a Vietnam hasta que haya mejor protección a la Propiedad Intelectual. Microsoft destacó que la BSA (Business Software Alliance), que incluye un importante número de empresas de software y hardware, será un vehículo importante para este acercamiento». Microsoft también dijo que Vietnam tenía la intención de dejar de usar software ilegal, pero el costo era un problema, por lo que le estaban sugiriendo acudir al Banco Mundial y al Banco Asiático de Desarrollo para pedir financiamiento para la compra de licencias.Igualmente, Microsoft pidió a la embajada ayudarles a que el gobierno de Vietnam entienda que no se debe migrar a Linux por las «razones erróneas».

Luego de eso, Vietnam se convirtió en miembro de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y dio pasos para mejorar sus leyes de propiedad intelectual. Un nuevo cable fue enviado por la embajada estadounidense en Vietnam en febrero de 2008, recomendando sin embargo que dicho país siga en la lista de países en observación por permitir la piratería de libros, CDs y DVDs. Exigen medidas punitivas y castigo a quienes estén involucrados en copias ilegales, y resaltan que otras empresas, como Honda, Nokia, Gucci, Nike, Chanel, Louis Vuitton y Wilson, también han eleviado sus quejas por supuestas violaciones a su propiedad intelectual. A pesar de ello, señalan como un hecho positivo que el gobierno de Vietnam haya comprado 300 mil licencias de productos Microsoft para solucionar los problemas de software «pirata» en sus oficinas. También se señala que 20 mil computadores del gobierno serían migrados a software libre.

Puede observarse cómo el gobierno estadounidense y empresas transnacionales presionaron a un gobierno socialista para cambiar sus leyes, sus políticas e incluso le instan a acudir a organismos de financiamiento creados por Estados Unidos, para financiar las compras a empresas de Estados Unidos. Es decir: se compran y se dan el vuelto.


Más casos: Venezuela, Túnez, Tailandia e Indonesia

Los cables liberados por Wikileaks sólo confirman lo que muchos sospechaban: la abierta injerencia de Microsoft y la embajada estadounidense en los asuntos propios de muchos países.

De esta forma, todo parece apuntar a que Microsoft, empresa cuyos productos siguen siendo usados por la gran mayoría de las personas en sus computadores, es una de las empresas que ha contribuido más al afianzamiento del sistema capitalista en naciones de todo el mundo, siendo al parecer mucho más influyente que Coca-Cola, McDonald’s o Cargill, empresas consideradas «íconos» de la globalización por los movimientos de izquierda a nivel mundial.