TeleSUR

Camila Vallejos, líder estudiantil y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), reconoció la necesidad de concretar «una nueva Constitución política» que permita a todos los sectores del país contar con una norma que les brinde la posibilidad de ser escuchados en relación a sus necesidades.

«Queremos tener una nueva Constitución política y abrir los espacios para que sea la gran mayoría la que pueda incidir: organizaciones sindicales, gremiales, estudiantiles que no tienen espacio en la instancia de la representación», dijo la joven dirigente en entrevista exclusiva para teleSUR.

Agregó que en vista de que la iniciativa de la Federación supera ya los tres meses de movilización por una educación gratuita y de calidad, se encuentra en una etapa de maduración y ha tomado un matiz más social al mismo ritmo que crece «el nivel de concientización».

«Ahora estamos en una demanda mucho más social y eso parte evidentemente por captar lo que al estudiante común y corriente le afecta, le duele en el bolsillo (…) Y rápidamente cuando entendemos el problema del endeudamiento tenemos que no es problema solamente del estudiante sino del conjunto de la sociedad: de los padres, de las madres, y por eso, de alguna manera, eso hizo despertar a la gente», afirmó.

Vallejos insistió en su denuncia sobre el manejo del sistema educativo en Chile que a su juicio no es otra cosa que «un modelo de mercado» que afecta no sólo a los estudiantiles sino al resto de la sociedad que tiene que pagar el precio impuesto por un gobernante.

«Este modelo, que privilegia las ganancias de unos pocos denigra la dignidad y la estabilidad de la gran mayoría, saquea constantemente nuestros recursos naturales y eso también tiene una expresión que hay en micro escala en la educación» y repercute directamente tanto en los estudiantes como en «la sociedad chilena en su conjunto, las familias, los trabajadores», precisó la joven.

Sobre ese punto, la dirigente estudiantil argumentó que la educación debe ser vista como una rama más ideológica y menos política para que los conflictos puedan ser resueltos en beneficio de todos de manera equilibrada.

«Hay que apelar a que exista voluntad política, porque la política no es solamente representar mi ideología sino poder resolver y poder gobernar, entonces nosotros estamos de alguna manera esperando que el Ejecutivo, que el Presidente de la República (Sebastián Piñera), demuestre voluntad sobre ciertos temas», indicó.

Apoyo de movimientos internacionales

La dirigente chilena, Camila Vallejo, dijo que a pesar de que al movimiento que encabeza los han tildado de criminal, ha logrado el apoyo de otras instancias orgánicas de relaciones internacionales en la región como la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae).

«A los movimientos sociales hoy día se les trata como criminales, como delincuentes. Se recoge una fracción muy minoritaria del movimiento y se señala que eso es representativo del conjunto del movimiento», denunció.

Se refirió además a la existencia de un manejo informativo por parte de los medios de comunicación que están empeñados en asegurar que el movimiento estudiantil busca «generar una crisis política, generar violencia y desorden político, y eso es criminalizar el movimiento».

No obstante, observó que en el mundo se están creando organizaciones estudiantiles que buscan fomentar los lazos de apoyo con iniciativas como la de la Fech en Chile.

Vallejos dijo que el fin de esas organizaciones «tiene que ver obviamente con reafirmar esto de la solidaridad en los movimientos, la defensa de la educación pública y de los derechos en general».

Camila Vallejo encabeza las protestas que desde hace más de tres meses realizan los estudiantes en Chile y que han causado gran revuelo en todo el mundo por la determinación que demuestran los jóvenes del país latinoamericano para defender sus derechos.

Los estudiantes demandan principalmente una garantía constitucional de la calidad y gratuidad de la educación pública, el fin del lucro, tanto en instituciones privadas como estatales, la inclusión de los estudiantes de menores recursos y que vuelva al Estado la administración del sistema de enseñanza, hoy en manos de los municipios.

Los jóvenes chilenos, que cuentan con el respaldo de los docentes, familiares y la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), entre otros, también hacen una llamado urgente al desmonte de los mecanismos implantados en la dictadura de Augusto Pinochet, que sólo privilegia a una élite.