Telam /Matrizur.org
Al hablar anoche en una conferencia sobre comunicación en La Plata, Zaffaroni explicó que la criminalidad atraviesa todos los estratos sociales «desde un entrenamiento diferenciado» ya que «hay quien tiene entrenamiento para realizar ciertos hechos groseros, y otros tienen entrenamiento para hacer hechos más refinados».

El juez destacó también en su exposición que en Argentina se lucha «por los derechos humanos contra la corriente, ya que las potencias mundiales tiran para otro lado, y se cometen aberraciones, por el afán desmedido, por la ambición de las naciones poderosas que derivan en crímenes en masa».

El juez cerró anoche el Primer Congreso de Comunicación y Ciencias Sociales desde América Latina que, con el lema “Tensiones y Disputas en la Producción de Conocimiento para la Transformación» (Comcis), se desarrolló en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social.

Para Zaffaroni, existe mundialmente «una preocupante regresión en derechos humanos» y en ese sentido América Latina «está a contrapelo de lo que sucede en Europa y Estados Unidos y en una situación privilegiada en esta materia».

«Hay que marchar hacia un modelo de Estado social y no gendarme y a que los medios no nos lleven como los países centrales a una paranoia de inseguridad y nos cuentan los cadáveres pero no tenemos un estudio cualitativo de los delitos», resaltó.

Aseguró que la represión del «Estado gendarme genera violencia y sólo violencia» y ejemplificó que en Estados Unidos «por una maniobra de distracción de las administraciones republicanas, desde (Ronald) Reagan hasta la actualidad, se posibilitó el cambio del Estado de bienestar al Estado penal».

«Así -explicó- subió allí el número de presos de manera exponencial, hubo un desplazamiento presupuestario del hospital a la cárcel, y esta empresa tiene en EE.UU 10 millones de personas que viven del sistema penal».

Zaffaroni habló ante decenas de alumnos, profesores, investigadores, graduados, organizaciones de derechos humanos y autoridades académicas y más de 200 usuarios siguieron online la disertación del jurista.