Prensa Latina
La jefatura del Consejo Nacional de Transición (CNT), instancia que guió la rebelión armada contra Muamar El Gadafi, dio hoy por completado su traslado a esta capital, mientras arrecian los combates en la sureña Bani Walid.
Mustafa Abdul Jalil, líder del opositor CNT, viajó anoche a Trípoli en un claro esfuerzo por afianzar su autoridad y consolidar el control de Libia, aunque cuatro zonas de importancia estratégica continúan en manos de los leales a El Gadafi que imponen fiera resistencia.
Desde hace días se afincaron en la capital otras figuras del ente insurgente que mantuvo su cuartel general en la oriental ciudad de Benghazi, cuna de la insurrección contra el gobierno apoyada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La presencia de Abdul Jalil pretende enviar un mensaje de cohesión y fortaleza que facilite la pretensión de constituir un gabinete provisional, aunque prevalecen dudas sobre la habilidad del CNT para imponer su mandato en todo el vasto territorio.
Los sublevados tomaron Trípoli el 21 de agosto pasado e intentan constituir un gobierno interino que reemplace al de El Gadafi, cuyo paradero se desconoce desde entonces, pero a raíz de la resistencia en Bani Walid admitieron que la guerra aún no puede considerarse acabada.
Analistas sostienen que la victoria definitiva de los sublevados parece cada vez más difícil y más lenta, dado la firmeza de los cuatro bastiones pro-Gadafi en Bani Walid, Sirte, Jufra y Sabha, esta última situada en la principal carretera hacia Argelia, Chad y Níger.
Reportes desde Bani Walid, unos 150 kilómetros al sureste de aquí, indican que los irregulares tropezaron con jefes tribales y milicias armadas que les han impedido avanzar tras dos días de escaramuzas y disparos de cohetes, morteros y el fuego de francotiradores.
Después de discretos progresos, los opositores tuvieron que retroceder el sábado por la mañana, tras lo cual entraron en acción los aviones de la OTAN que realizaron al menos seis bombardeos seguidos sobre posiciones gubernamentales.
Los combates se intensificaron en Bani Walid el viernes, después de semanas de asedio y de infructuosas negociaciones del CNT que, conciente del poder de resistencia de los leales a El Gadafi (se estima hay unos mil soldados), alegó que deseaba evitar un baño de sangre.
Un vocero opositor informó que dos jefes insurgentes murieron ayer y cuatro o cinco civiles corrieron igual suerte la madrugada pasada, mientras las tropas irregulares se replegaron también en Sirte, la ciudad natal de El Gadafi en el Mediterráneo, tras sufrir varias bajas.