“Muchos de estos crímenes fueron encubiertos cuidadosa y deliberadamente”, dijo el sueco Thomas Hammarberg, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, en un comunicado publicado hoy en la página web del organismo, la principal institución de defensa de los derechos humanos del Viejo Continente.
El funcionario agregó que numerosos gobiernos europeos, en línea con los deseos de Washington, bloquearon investigaciones de las denuncias del Consejo sobre su complicidad con un programa secreto de la CIA para detener a sospechosos en suelo extranjero y trasladarlos luego a terceras naciones para interrogarlos.
Este programa de la CIA de Entrega, Rendición e Interrogatorio (RDI, pos sus siglas en inglés) “mantuvo a los sospechosos fuera del alcance de cualquier sistema judicial y los volvió vulnerables al maltrato”, dijo Hammarberg en su declaración, disponible en http://www.coe.int/t/commissioner/.
El Consejo de Europa, formado por 47 países, estima que al menos 14 naciones europeas colaboraron con la CIA en el programa de RDI.
El lunes próximo, el organismo publicará una lista de sitios en Polonia, Lituania y Rumania donde se cree que estuvieron detenidos clandestinamente presuntos extremistas islámicos apresados por la CIA en otros países.
El Consejo de Europa, con sede en la ciudad francesa de Estrasburgo, no forma parte del entramado institucional de la Unión Europea (UE), pero ningún país llegó a formar parte de la UE sin haberse adherido antes al consejo.
Hammarberg dijo que el inminente décimo aniversario de los atentados del 11-S en Estados Unidos debería servir como invitación a una “sombría reflexión”.
“En el intento por combatir crímenes atribuidos a terroristas, incontables crímenes más se cometieron en el curso de la `guerra global contra el terrorismo´ encabezada por Estados Unidos”, señaló el comisario de derechos humanos del consejo.
“Estas circunstancias exigen una revisión autocrítica…también aquí en Europa”, agregó.