«El pedido del fiscal Luis Moreno Ocampo a Interpol de emitir una ‘notificación roja’ restringirá significativamente las posibilidades de esos tres hombres de cruzar las fronteras y será una herramienta importante para ayudar a localizarlos y capturarlos», estimó el comunicado de esa organización policial internacional firmado por su secretario general, Ronald K. Noble.
Ocampo pidió el jueves a Interpol que emitiera la notificación contra Al Gaddafi, luego que él mismo solicitará la detención en junio.
La CPI acusa a Al Gaddafi por supuestos crímenes cometidos contra la población civil desde que comenzaron las manifestaciones en contra de su Gobierno en febrero pasado.
La orden de arresto también va emitida para el segundo hijo de Gaddafi, Saif Al Islam y su cuñado Abdulá Al Senusi, quien es el jefe de la inteligencia militar del Gobierno libio.
Según la Sala Preliminar primera de la CPI, la Fiscalía ha presentado “suficientes pruebas como para emitir la orden de detención contra Gaddafi” y su entorno más cercano.
De acuerdo con Ocampo, “estos tres hombres son criminalmente responsables de homicidios, arrestos, detenciones, desapariciones y malos tratos contra manifestantes desarmados y presuntos disidentes cometidos por las fuerzas de seguridad libias desde el 15 de febrero».
La CPI, que entró en funciones en 2002, no dispone de una fuerza policial y depende de la “voluntad” de los Estados para la ejecución de las órdenes de arresto, de acuerdo con las agencias internacionales.
Por ello, firmó un acuerdo de cooperación con la Interpol en 2004 para lograr las detenciones.
Muammar Al Gaddafi negó el jueves que haya huido a Níger, tal como lo afirmó la prensa internacional esta semana, y calificó dichas especulaciones como parte de una “guerra sicológica” que busca alimentar la hipótesis de su salida del poder en Libia.
«Ya no les queda nada más que la guerra sicológica y las mentiras. Han dicho últimamente que han visto a Gaddafi en un convoy hacia Níger», dijo el coronel en un mensaje sonoro.