Lucile Gimberg

L´Humanité

 

Con veintitrés años, Camila Vallejo se ha destacado a la cabeza del movimiento de protesta estudiantil que sacude actualmente Chile. Ella estudia Geografía y es miembro de las juventudes comunistas.

Corresponsal. Desde hace más de tres meses, se manifiestan por una educación pública, gratuita y de calidad. ¿Por qué es necesario reformar el sistema educativo chileno ?

Camila Vallejo. La movilización actual alcanzó este nivel de relevancia y llama tanto la atención porque nuestras reivindicaciones reflejan el sentimiento de los chilenos y de numerosos ciudadanos del mundo. Los medios hablan de la crisis de la educación, pero el problema va más allá; se trata de una crisis del sistema democrático y de un descontento generalizado debido a la insostenible desigualdad en que está la gran mayoría de los chilenos, en la precariedad, sin salud pública, sin educación pública y endeudados hasta el cuello por los salarios tan bajos. En este contexto, exigimos no una reforma del sistema, sino un cambio radical en los fundamentos de éste. Porque en la educación, en primer lugar, es a causa de estos fundamentos que somos todavía un país sub-desarrollado, sin los proyectos nacionales que consideren otros valores que no sean los del mercado.

 

Corresponsal: Cada año, los estudiantes chilenos se movilizan. El movimiento del 2011 parece más fuerte y más claro…

Camila Vallejo. Mientras Chile sea un país injusto y desigual, la gente saldrá a la calle para denunciarlo. Esto ha sido la constante, incluso después del fin de la dictadura. Desde la llegada de Piñera al poder, la evidente defensa de lo privado en los servicios básicos del país y el asalto de privatizaciones que el gobierno intentó lanzar en la espalda de los actores sociales, provocaron tal descontento entre los ciudadanos que desembocó en la movilización social más grande desde los años ochenta. Las contradicciones entre lo que propone el gobierno de derecha y lo que los ciudadanos quieren defender, son cada vez más agudas. De ahí la baja de la popularidad del ejecutivo estos últimos meses.

¿Qué esperan ustedes del diálogo con el gobierno ?


Camila Vallejo. Durante estos meses de mobilización, hemos sido marcados por la intrnsigencia con la que el gobierno ha defendido el modelo neoliberal que predomina en la educación. En particular, cuando expresó su lado más violento y represivo. Después de tantas manifestaciones de centenas de millares de personas es que comienza apenas a querer hacer respetar la ley, suena como una falta de respeto. Este movimiento merece ser escuchado. Y si el presidente no está dispuesto a dialogar, exigiremos un referéndum para demostrar y hacer que se respete la opinión de la mayoría.

¿Es una ventaja o un inconveniente hacer frente a un gobierno de derecha ?

Camila Vallejo. Con el gobierno de Piñera, Chile ha entendido que no hay nada peor para el pueblo que un programa de derecha. Por tanto es dificil ver una ventaja. Sin embargo, el asalto de privatizaciones y los errores graves del gobierno – Como la represión excesiva y la intransigencia ideológica – generaron una inquietud mayor en la población, cansada de los privilegios de algunos. Esto nos permitió alcanzar una participación histórica en las manifestaciones y un apoyo jamás antes visto. A la inversa, las fervientes convicciones neoliberales del gobierno hacen más dificiles los avances y las posibilidades de acuerdo. Más aún, esta derecha está ligada a los « dueños de Chile », es decir, al sector empresarial y a las familias más ricas. Por lo tanto, dispone de la gran mayoría de los medios masivos de comunicación, de la influencia de los ricos empresarios, además de la fuerza policial y militar.Ya vigente bajo Concertación (coalición de centro izquierda, en el poder durante veinte años – N. DE LA R.), esta situación es todavía más fuerte hoy, porque el movimiento asusta a los más privilegiados.

 

En 2006, la movilización estudiantil obtuvo una gran plataforma de trabajo sobre la educación, pero una vez en el Parlamento, los proyectos de ley carecieron de substancia. ¿Cómo evitar un fracaso similar?

Camila Vallejo. Aunque ambos movimientos se parezcan, los nuevos elementos hacen posible hoy una salida positiva. Por una parte, a pesar de los esfuerzos de la prensa por dividirnos o desviar la atención de la población, gozamos de un apoyo muy sólido y nuestras opiniones como dirigentes estudiantiles son bien evaluadas. Por otro lado, aunque sea en parte por oportunismo, la Concertación y sus parlamentarios tienen una postura más cercana a la nuestra que a la del ejecutivo. En fin, nos preparamos para esta etapa de diálogo. Exigimos garantías (debates televisados, congelación de los proyectos de ley sobre la educación lanzados al Parlamento particularmente), para que el diálogo no se transforme en un acuerdo de coaliciones políticas a hurtadillas. Sobre todo, continuaremos manifestándonos.

 

Usted forma parte de las Juventudes comunistas. ¿Qué influencia tiene este compromiso sobre su trabajo como líder y sobre el movimiento ?


Camila Vallejo. Una gran parte de la dirigente que soy hoy, viene de la militancia de ayer. Mi formación política, la disciplina y el apoyo de numerosos camaradas comprometidos me permiten realizar mi trabajo con claridad y tranquilidad. Sin ellos, sería imposible. Más aún, la lucha de este movimiento es también la lucha de mi juventud. Asumo esta causa como representante de los estudiantes de la Universidad de Chile, pero es también por convicción personal que lucho por restablecer la educación pública en mi país.

Además de escribir sobre su papel a la cabeza del movimiento, los medios aluden a su físico calificándola de « bella rebelde », incluso de « líder sexy ». ¿Cuál es su reacción al respecto ?

Camila Vallejo. Eso responde al machismo que, desgraciadamente, aún caracteriza a nuestra sociedad. Pero también creo que en esta ocasión, se aprendió algo de las capacidades de las mujeres y espero que podamos avanzar en materia de discriminación sexista. Para que esta situación no se convierta sino en una anécdota de mal gusto detrás de la movilización histórica de este año.

 

Traducido del periódico francés l’Humanité por Hasardevi