Betzaida Cuesta

Las redes sociales se han convertido en una ventana de expresión para millones de personas a nivel mundial. No obstante, algunos gobiernos de derecha están viéndolos como un arma para la “sublevación” y el “terrorismo mediático”. Pero, ¿Qué es lo que realmente está ocurriendo en el mundo de las redes?

Desde la aparición de páginas sociales tales como facebook y twitter, el mundo se ha visto envuelto en una explosión participativa, con presencia desde el ciudadano común, pasando por artistas e intelectuales, hasta reconocidos políticos y presidentes del mundo. En tal sentido, en la red Twitter podemos observar la participación de mandatarios tales como: Hugo Chávez (@Chavezcandanga); Cristina Fernández de Kirchner (@KFCArgentina); Barack Obama (@BarackObama) y, recientemente, del Presidente Rafaél Correa de Ecuador (@MashiRafael); lo que ha conllevado a que los pueblos se activen mediante esta red social para interactuar de forma directa con sus líderes.

También observamos como movimientos sociales han tomado protagonismo y mueven masas para revolucionar estas redes y hacer sentir su voz, en muchos casos silenciada por los medios privados de sus respectivos países. Tal es el caso del Movimiento Juvenil “Los Indignados” en España, el Movimiento Estudiantil Chileno y, recientemente, la juventud de Israel y Gran Bretaña que lucha por alcanzar importantes reivindicaciones sociales. Todos ellos han utilizado la red social Twitter para hacer, a través de la guerra de cuarta generación, un llamado a la participación y a la solidaridad.

Sin embargo, a pesar de la masiva utilización de este medio, dichos movimientos han sido víctimas de llamados al asesinato de sus dirigentes y del bloqueo de esta red en el área donde habitan.

He allí la ironía que nos arropa cuando observamos la descarada existencia del libertinaje de expresión en Venezuela. Tal es el caso del representante de la iglesia católica y activista opositor, el padre José Palmar, quien a través de su cuenta (@padrejosepalmr) ha llamado “en nombre de Dios” al magnicidio del presidente Chávez. Y, mientras esto pasa, los medios privados siguen sus bombardeos terroristas, balbuceando sus propias contradicciones y exclamando que son vetados a diario por el Gobierno quien, según ellos, irrespeta la libertad de prensa y de expresión. Tal es el grado de manipulación mediática que dichos medios mal informaban al pueblo diciendo que la Asamblea Nacional iba a controlar el acceso a internet y a las redes sociales.

Ahora, ¿Qué dirán los “defensores de nuestra libertad de expresión” en Venezuela (SIP, CNP y, entre otros) cuando pueblos del mundo están siendo reprimidos por el uso de estas redes? ¿Qué les parecerá la propuesta del Primer Ministro británico, David Cameron, de cerrar las redes sociales Facebook y Twitter en su nación para “evitar la conspiración” en contra de su Gobierno? ¿Qué dirán los organismos defensores mundiales de los derechos humanos y la libertad de expresión?

Sería fácil sólo decir: amanecerá y veremos…

Y ¿Qué veremos? ¡El silencio de los culpables y las manos atadas de los inocentes!

¿Y nosotros? ¿Nos quedaremos de manos cruzadas ante la injusticia?

Es pues de nosotros el compromiso moral y revolucionario de ayudar a nuestros hermanos del mundo que piden a gritos la libertad en todas sus formas. Debemos ser apoyo y ejemplo de lucha. Si se considera que las redes sociales son un arma de doble filo, pues hay quienes apoyan lo injusto, también debemos considerar que el alma revolucionaria está prevaleciendo y que los apátridas del mundo no callarán la voz de los miles de millones que quieren hacer de sus pueblos un territorio para la verdadera participación y democracia.

En tal sentido, un llamado a ti querido lector: No te conviertas en un actor pasivo, sino que activa tu mente y corazón revolucionario y socialista para que juntos concienticemos a los que nos rodean de esta indigna realidad.

No seamos cómplices de la injusticia, más bien seamos protagonistas para el impulso de la Revolución Comunicacional en la Republica Bolivariana de Venezuela y más allá de nuestras fronteras.

@BetzyCuesta