Según tweets enviados por personas que estaban en la ciudad de Leicester la noche del martes tratando de asegurar a sus comunidades, a jóvenes se les decía que causaran el caos a cambio de dinero. La ciudad de Leicester fue golpeada por la violencia tarde en la noche, mientras jóvenes atacaron edificios en el centro de la ciudad.
En un mensaje que se envió a la policía de Leicester, un usuario de Twitter llamado “Leicestertalk” escribió, “AadamSparkzz y sus amigos acaban de ofrecer dinero de estos periodistas para iniciar disturbios en #Leicester”.
“Tontos que trataron de ofrecernos dinero para comenzar un motín en #Leicester”, decía otro tweet, que incluía una fotografía de un auto azul estacionado en la acera con sus ocupantes que estaban alrededor en la calle.
“Los medios de comunicación han caído en una nueva bajeza — sobornando a jóvenes para iniciar disturbios. Testimonio fiable que esto acaba de ocurrir en #Leicester”, twitteó otra persona.
A juzgar por los tweets, los hombres en el vehículo obviamente le dijeron a los jóvenes que eran periodistas. La placa del vehículo revela que el auto es un Volkswagen Passat Se Tdi de cuatro puertas. Sin embargo, el vehículo puede que no tenga conexión con los hombres en la foto.
Anunciantes de foros especularon anoche que la afirmación del periodista podría haber sido sólo una cubierta para quienes realmente trabajan los hombres que se ven en la imagen. Sin embargo, es importante enfatizar que la afirmación de que los ocupantes estaban ofreciendo dinero a los jóvenes para iniciar disturbios no es nada más que una acusación en este momento.
Contratar a provocadores o utilizar a oficiales de policía encubiertos para comenzar disturbios se ha convertido en un método de rutina para justificar represiones brutales, aunque la táctica es principalmente utilizada en cumbres mundiales.
Hemos documentado numerosos casos del Reino Unido a Canadá hasta los Estados Unidos, donde las autoridades han utilizado ya sea a anarquistas del bloque negro para generar violencia o simplemente dependen de su propia policía encubierta haciéndose pasar como problemáticos para provocar el caos.