“Han destrozado un país y siguen destrozándolo. El drama de Libia no termina ni aún con la caída del gobierno de Muammar Al Gaddafi. Comienza, más bien. Están demoliendo un país frente al mundo, picándolo a pedazos”, expresó.
Agregó que “no fue Gaddafi el que destrozó ese país. Lo han incendiado y no fue Gaddafi el que incendió ese país; la locura imperial y la crisis del capitalismo mundial”.
El Primer Mandatario Nacional también lamentó el papel desempeñado en los últimos días por los medios de comunicación de la derecha, además resaltó que la estrategia de los grupos armados financiados por la OTAN de impedir la salida de la prensa internacional del Hotel Rioz, especialmente de Telesur, era para no transmitir la invasión del imperio en Trípoli.
“La entrada de estas hordas a Trípoli fue en medio de una masacre a la población civil, incluyendo barrios enteros y urbanizaciones. Es decir, el imperio y la OTAN cansados de su fracaso lanzaron la locura final”, dijo Chávez, agregando que “para ello el silencio; no será transmitida la masacre”.
Reiteró que el gobierno de Estados Unidos y las potencias europeas están agrediendo al país norafricano por el petróleo de esa nación.
“Se fueron contra un país con apenas cinco millones de habitantes y muy poca capacidad de defenderse de las agresiones a mansalva que lanzaron con el ejército que tienen Estados Unidos y sus aliados europeos”.
Ratificó que nada puede justificar este atropello que, tal como señaló, no es sólo contra Libia sino contra el mundo.
«Esta es una guerra de perros, una estrategia nueva que impuso el imperio yankee para poner a pelear un país entre ellos para luego destruirlo y adueñarse de ese país. Esa es la operación Libia, la demolición de un país», sentenció Chávez.