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Una década después se puede confirmar que, la marcha de 50 mil trabajadores, estudiantes, indígenas y mujeres en rechazo a los Tratados de Libre Comercio TLC; la Declaración de la Segunda Cumbre de los Pueblos Quebec 2001 que convocó a lucha continental contra el ALCA y la voz rebelde de la República Bolivariana de Venezuela denunciando el plan imperialista en el propio seno de la III Cumbre Presidencial de las Américas, evidenciaron el arribo de un verdadero Cambio de Época.
En Quebec 2001, la voz -solitaria y ahora reivindicada- del Jefe de Estado venezolano Hugo Chávez Frías, cuestionó la propuesta del ALCA argumentando que tal proceso “debe considerar las especificidades culturales, sociales y políticas de cada país; la soberanía y la constitucionalidad; el nivel y tamaño de sus economías para garantizar un trato justo”. La rebelión de la dignidad había comenzado.
La Batalla Social de Quebec marcó el principio del fin de la estrategia neoliberal y anexionista impulsada durante siglos por intereses ajenos a los pueblos de las Américas. Su principal éxito lo constituyó haber sentado condiciones subjetivas para el impulso de la movilización Continental que condujo a la histórica derrota del ALCA, en Mar del Plata, Argentina, en 2005.
Desde tal óptica, identificamos los eventos de Quebec 2001 como una jornada precursora de decisiones geopolíticas de ámbito continental que poco tiempo después devinieron en la convocatoria que los Presidentes de Venezuela y Cuba, Hugo Chávez y Fidel Castro Rúz- en Isla de Margarita, Venezuela- realizaron hacia la conformación de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) como una verdadera opción popular al ALCA.
Calificamos la Segunda Cumbre de los Pueblos Quebec 2001 como un evento de profundo contenido progresista que cobijó en su seno el embrión del ALBA, al fraguar -en sus deliberaciones y conclusiones- la motivación de los pueblos de las Américas de luchar contra la estrategia neoliberal y anexionista contenida en el plan de Área de Libre Comercio de las Américas ALCA, impulsado por los intereses más retrógrados y oscurantistas del Continente.
Hoy constatamos que aspiraciones fundamentales de los pueblos de las Américas proclamadas en aquella Segunda Cumbre de los Pueblos, en Quebec 2001, conforman el orden del día en las luchas de nuestros pueblos por soberanía, estabilidad política, complementariedad económica y comercio justo, ambiente sano y justicia social
Sabemos que el desarrollo de la propuesta Alternativa Bolivariana contra el ALCA, fue favorecido por la resuelta movilización de los pueblos del Continente y el surgimiento de Gobiernos populares que marcan un hito de la historia contemporánea de Nuestra América.
El desarrollo de la referida corriente gubernamental progresista, el surgimiento de iniciativas regionales de impacto Continental como ALBA-TCP, UNASUR, Sistema Único de Compensación Regional de Pagos SUCRE, la profusión de Misiones Sociales de gran contenido humanista y, el próximo nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, el 9 de diciembre de 2011, en Isla de Margarita, República Bolivariana de Venezuela, en el marco del 187 Aniversario de histórica Batalla de Ayacucho contra el Imperio Español, conducida por el Mariscal de America Antonio José de Sucre y Alcalá, confirman el signo positivo del desarrollo político y social de Nuestra América, durante la primera década del Siglo XXI, a partir de los pioneros eventos de Quebec 2001..
De allí que resultó de gran pertinencia la iniciativa de prestigiosos Movimientos Sociales de Montreal y Quebec que -en sintonía con organizaciones sociales de otras latitudes de Nuestra América- convocaron la Jornada Alternatives 2011 y el espacio de reflexión y dialogo Quebec 2001 diez años Después: Revoluciones antineoliberales en las Américas, del 19 al 21 de agosto de 2011, en la localidad St-Alphonse de Rodríguez, Lanaudiere, periferia de Montreal, Canadá,
Plantean un balance sobre los logros de los pueblos de las Américas durante la primera década del siglo XXI, entre los cuales exaltan los avances de los pueblos del Sur de nuestro Continente como ALBA y UNASUR. Aspiran también avizorar objetivos que orienten las luchas de los pueblos durante la segunda década que se inicia y reivindican objetivos como la derrota del guerrerismo, rechazo al colonialismo, la salvación de la especie humana y la preservación del Planeta.
A dichos efectos, Movimientos Sociales como Comité de Ciudadanía Quebec 10 años Después, Red en Defensa de la Humanidad, Alternatives, Base de Paz de Montreal, Société Terres en Veus, Collectif EducAction, Movimiento Plurinacional de Quebec, Asociación de Chilenos en Quebec, Red por la Paz en México, Confederación Sindical Nacional CSN, Casa Latinoamericana de Quebec, Société Terres en Veus, Comité Fabio Di Celmo por la Liberación de los Cinco, entre muchos otros; activaron Paneles y Talleres donde –junto a personalidades como Héctor de la Cueva, del Foro Social Mundial; Horacio Meguira, de la CTA Argentina; Laura Cabello de Alba, del Movimiento Indignados; Elyzabeth Peredo, de la Fundación Solón (Bolivia), Daniel del Solar, documentalista de EEUU y Leonel González, de la Coordinación de Relaciones Internacionales del Parlamento Cubano, entre otros invitados internacionales, abordarán temáticas como: Medio Oriente, Justicia Social y Climática, y los Avances Sociales de los pueblos de las Américas a partir de Quebec 2001.
Los Movimientos Sociales y personalidades participantes en la Jornada Quebec 2001 diez años Después, prevén -como resultado de sus deliberaciones- concretar acuerdos de apoyo a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños; conformar una Plataforma de Movimientos Sociales de Quebec Amigos de la CELAC y el ALBA-TCP; así como también convocar -desde ahora- a celebrar en 2015 -en Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina- la década de la histórica derrota del ALCA por los Movimientos Sociales y Gobiernos progresistas del Continente.
Sin duda –hoy como nunca- los Movimientos Sociales de base de Nuestra América están llamados a seguir librando importantes y nuevas tareas por la felicidad de los pueblos en este exigente siglo XXI que avanza.