Pedro Echeverría V
1. Inglaterra con 62 millones de habitantes, España con 46, Chile con 17 y Grecia con poco más de 11 millones, son países con relativamente pocos habitantes comparados con México (113 millones) y mucho más pequeños si los vemos al lado de China (1,400 millones) o la India (1,200 millones); sin embargo en los últimos meses y años la juventud de esos países ha tomado las calles para luchar contra la explotación, el desempleo, la miseria y la privatización de la educación. Al parecer no es un problema de tamaño o número de habitantes de los países ni tampoco de miseria aguda, sino un problema de desarrollo de la conciencia y la dignidad que ha crecido en varios lugares o que ha sido mediatizada, como en México y otras naciones; es decir, la conciencia no se desarrolla porque haya llegado al tope, porque la gente muera de hambre o que sea muy golpeada, sino a partir de que se dé cuenta, vea, sienta de manera directa la opresión.
2. Conciencia es, al parecer, conocimiento reflexionado y activo; no memorístico, académico o repetitivo. Las lecciones que se reciben a diario en la televisión, en la escuela o la iglesia, son conocimientos dogmáticos, propagandísticos, muchas veces falsos, y hasta “científicos” muy aislados. Le sirven a las instituciones para mantener a la población muy bien domesticada y controlada, así como para que camine por la vía del consumismo. Por el contrario, pareciera que aquellos jóvenes que encabezan esas luchas han decidido tomar las calles en aquellos países han logrado desentrañar la mayoría de las ideologías y mentiras que se difunden por esas instituciones controladas y están ubicándose en un pensamiento crítico, tal como debería ser. ¿Por qué en México aquellos estudiantes de la UNAM, del POLI, de la UAM –que tanto batallaron en 1968, 1986, 1999, siguen durmiendo, como se la clase dominante les hubiese dado droga?
3. ¿Por qué México ha estado rezagado en rebeliones si sufre los mismos problemas de miseria, abandono, privatización de los servicios de salud y educativo, la mayoría de las veces más agudos, que los que se sufren en Europa y Chile? Este año de 2011 ha sido testigo de rebeliones que, a pesar de su diversidad, comparten un mismo hilo conductor: en todas se impugna la legitimidad de los gobiernos. Las manifestaciones y revueltas en Grecia parecen haber marcado la pauta mostrando que la gente rechaza el castigo a su nivel de vida cuando existen alternativas como la reestructuración de la deuda. Por su lado en España el movimiento de los indignados hace patente su repudio a un esquema de capitalismo que no resuelve, desde hace años, los problemas más elementales de desempleo o educación. Los estudiantes en Chile protestan porque el gobierno en turno transforma la educación pública en espacio de rentabilidad privada.
4. Los jóvenes participantes en los disturbios que estremecieron Gran Bretaña están llenando juzgados; pareciera que cada uno es el retrato vivo de una generación perdida. Las opiniones en Gran Bretaña acerca de los orígenes de los disturbios están divididas: los sectores más reaccionarios y derechistas los atribuyen a “delincuentes oportunistas”; otros, los inteligentes, dicen que las políticas económicas inhumanas y los severos recortes al gasto gubernamental han acentuado la desigualdad en las áreas más pobres del país. Muchos jóvenes no saben explicar la raíz de su ira. Pero en sus respuestas se percibe el resentimiento social. “Nadie hace nada por nosotros, ni los políticos, ni los policías, nadie”, dijo un joven de 19 años que reside en el barrio de Londres. Pero en la Gran Bretaña de hoy hay casi un millón de jóvenes desempleados a los prácticamente se les quitado toda perspectiva de futuro.
5. Las luchas de los estudiantes chilenos han penetrado bien los medios de información. Han recibido numerosas muestras de solidaridad internacional por las batallas que mantienen desde mayo en demanda de una reestructuración al sistema educativo del país. La Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes (OCLAE) ha manifestado su apoyo, al mismo tiempo que durante casi tres horas jóvenes de Argentina, Cuba, Chile, Cuba, Colombia, Nicaragua, Uruguay, entre otras delegaciones, apoyaron las reivindicaciones con una marcha en Montevideo. Por su lado Galeano, el afamado poeta y escritor expresó: “Gracias mil a los estudiantes que en las calles de Chile nos están devolviendo la fe, que a veces se nos cae o se nos pierde: la fe en que mañana no es otro nombre de hoy, la fe en que el mejor de nuestros días es el que todavía no hemos vivido; y envió un abrazo “de muchos abrazos a los jóvenes valientes que nos están dando a todos una lección de dignidad desde las calles de Chile.
6. Ayer los jóvenes indignados de Madrid –con el pretexto de la visita del jefe de la iglesia católica y de fieles de otras partes del mundo- fueron reprimidos con saña en los alrededores de la plaza de la Puerta del Sol dejando muchos heridos y detenidos. Incluso un mexicanito fanático –que fue descubierto a tiempo- quiso congraciarse con el Papa asesinando a estudiantes laicos que protestaban contra la visita del jerarca católico. Algunos ilusamente aún piensan que la policía en Europa no es tan brutal y salvaje comparada con la policía de los EEUU y América Latina; pero las muestras que dieron ayer los mastodontes policías españoles se asemejan a los modelos de policías salvajes entrenados por las fuerza armadas yanquis en varios países. Por eso los jóvenes ahora buscarán armarse por lo menos con palos, varillas y resorteras para defenderse de la brutalidad de policías y militares que los golpean con el mayor odio.
7. Muchos de los viejos luchadores sociales, aunque les brillen los ojos, estiren los músculos buscando entrar al quite o a la batalla, o aplaudan a rabiar desde las gradas, tienen que reconocer que son los jóvenes los que harán estallar y hacer pedazos a estas putas sociedades capitalistas que se resisten a morir. Por eso hay que apoyar con todo entusiasmo las batallas de los jóvenes libertarios de España, Chile, Inglaterra, Grecia, Francia, EEUU, que se han convertido en la izquierda radical y anarquista que tanto horror provoca en la clase dominante. Mientras ellos batallan en las calles los legisladores y partidos de la socialdemocracia se abrazan y besan con las derechas como signo de unidad alrededor del Estado y del dinero. Por ello los jóvenes no pueden confiar en empresarios, menos en funcionarios y políticos que en lugar de apoyar luchas buscan suavizarlas o de plano aplastarlas; y parece que a estas tareas se suma el Papa.