
«El pueblo exige la justicia social no la caridad», gritaron los manifestantes. Esa frase se ha convertido en el lema del movimiento de protesta que se inició a mediados de julio.
El movimiento de protesta, iniciado a mediados de julio contra el alza desenfrenada de los precios de la vivienda, moviliza principalmente a las clases medias.
Los manifestantes no sólo protestan contra el alto costo de vida y los precios de las viviendas, un pedido encabezado por las clases medias, sino también para exigir una mayor equidad distributiva, mejores condiciones de estudio y de trabajo.
Bajo presión, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se dijo dispuesto a moderar su enfoque ultraliberal de la economía para responder a las exigencias de los manifestantes.
Netanyahu creó una comisión encargada de proponer reformas al gobierno de aquí a un mes.
Según un sondeo, el 88% de la población apoya la protesta.
El presidente de la Unión de Estudiantes, Itzik Shmuli, y uno de los principales líderes del movimiento anunció para el próximo sábado «una marcha de un millón» de manifestantes.