
Así lo hizo saber Al Moallem a un grupo de embajadores árabes en un encuentro celebrado en Damasco, donde ratificó la voluntad del Gobierno sirio a la hora de concretar el programa de reformas anunciado el pasado 6 de junio por Al Assad.
En este sentido, Al Moallem garantizó que las elecciones serán “libres y justas” y desembocarán en la creación de una asamblea popular “que represente al pueblo sirio a través del pluralismo garantizado por la ley de partidos y las numerosas salvaguardas proporcionadas por la ley electoral”.
Asimismo, enfatizó que el Parlamento elegido en los comicios revisará las leyes que se han adoptado para decidir sobre ellas.
Al Asad promulgó el pasado jueves los decretos legislativos 100, referido a la Ley de Partidos, y 101, sobre la Ley de Elecciones Generales, que abren el país al multipartidismo, aunque la oposición ha puesto en duda la efectividad de estas reformas, y ha cuestionado su demora, que llega tras meses de protestas y más de 2,000 muertes.
Para el ministro de Exteriores, el Gobierno sirio “insiste todavía en que el diálogo nacional es la vía para resolver la actual crisis”, aunque, según él, “la ausencia de ese diálogo debido a la negativa de la oposición no nos deja otra opción que seguir la senda reformista”.
Al Mualem subrayó que su país centra sus esfuerzos en la seguridad, la estabilidad y en “detener los actos de vandalismo, llevando al país por el camino de la democracia y el progreso”.
Ejército avanza en el control de Hama
Unidades del ejército sirio trabajan en el desbloqueo de carreteras y persigue a grupos armados para normalizar la vida en la ciudad de Hama (centro), dijo hoy aquí una fuente oficial.
Desde mediados de la semana pasada medios del gobierno sirio dieron cuenta de choques entre el ejército y los que describieron como “grupos de terroristas armados que agreden a la población” en esa localidad, donde varios edificios oficiales fueron saqueados e incendiados.
En un acontecimiento separado, notables de clanes del gobernadorado (provincia) de Deiur Ezzur revelaron que “algunos sectores (…) estimulan la violencia, rechazan el diálogo y alientan a personas armadas para que ejecuten “una agenda externa a cambio de dinero”, acorde con medios sirios.
Hemos hablado con todas las partes y con los jóvenes; al principio comprendieron y realizaron sus protestas de manera pacífica…” pero después intervinieron sectores extranjeros y pagaron a algunas personas para sabotear el país”, dijo a la televisión Hammouod Hassan al Fanash, uno de lo notables del clan al Akeidat.
Estos terroristas armados son los que cometen crímenes y responsabilizan al ejército, añadió.
A fines de esta semana la Unión Europea adoptó medidas punitivas contra responsables del gobierno sirio y el Consejo de Seguridad adoptó una resolución de condena contra el gobierno del presidente Bachar el Assad, criticada por las cancillerías de varios estados.
Ambos hechos siguieron a la promulgación por el presidente sirio de una ley electoral que contempla la formación de partidos políticos, siempre que trabajen por la unidad nacional, no sean sucursales de formaciones extranjeras, o intenten formar milicias armadas, entre otros requisitos.
