Agencias

 

El Gobierno italiano ha anunciado la aceleración de su plan de recortes con el objetivo de llegar al equilibrio presupuestario en 2013, un año antes de lo previsto inicialmente. Además, el Ejecutivo planea nuevas reformas económicas.

Entre las medidas que se van a tomar, que habían sido adelantadas al diario Financial Times por una fuente gubernamental bajo demanda de anonimato, se encuentran dos reformas constitucionales: una para que haya obligatoriedad de elaborar un presupuesto con déficit cero, un objetivo que persigue el Ejecutivo desde hace tiempo, y otra para liberalizar ciertas actividades profesionales excesivamente reguladas. Además, se acelerarán las reformas estructurales y los recortes del Estado de Bienestar ya planeados.

 

Berlusconi ha asegurado que todas las medidas, encaminadas a lograr el objetivo presupuestario 12 meses antes de lo previsto, se han consensuado con otros líderes de la Unión Europea. El primer ministro italiano también ha desvelado que ha acordado con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la celebración de una reunión urgente de los ministros de Finanzas del G-7.

El doble cambio en la Constitución exigirá a los diputados regresar antes de sus vacaciones, aunque no será eso lo único que les afectará ya que el Ejecutivo planea también recortar los salarios de los cargos electos y las subvenciones a los partidos. “Se trata de una plan sólido y creíble”, ha asegurado la fuente gubernamental a Financial Times. Las medidas, añade, fueron consensuadas ayer con patronales y sindicatos.

Según la agencia Reuters, que cita también a una fuente oficial bajo anonimato, el Banco Central Europeo ha apremiado a Roma para acometer las nuevas reformas. A cambio, la institución comprará de bonos de italianos en los mercados para intentar mejorar la situación de su deuda.