Traducido para Rebelión por Guillermo F. Parodi y revisado por Caty R. |
Hace varios meses, me sentí impactado por la manera en que se reprimieron las manifestaciones en Libia. Estaba persuadido de que Gadafi aplastaba a sangre y fuego a los manifestantes y que bombardeaba civiles en Trípoli. Tuve la posibilidad a finales de julio de trasladarme para ver in situ la situación real, y poder dar testimonio.
Todo lo que dicen nuestros medios de comunicación es falso. Estuvimos en Trípoli, pudimos circular libremente, no había estado de sitio, no había tanques ni milicias armadas aterrorizando a la población. En Trípoli la calma reinaba en total contradicción con el caos anunciado por los medios, que decían que la capital estaba al borde de la guerra civil.
Todas las personas que encontramos –civiles, voluntarios, militares e incluso opositores- dicen lo mismo: hay seguramente cosas que cambiar en Libia pero corresponde a los libios hacerlas y a ningún otro, sobre todo no a los rebeldes que no sabemos de dónde salieron, y que la mayoría vienen del extranjero. Las encuestas hechas entre la población indican que Gadafi dispone al menos del 90% de apoyo en la región de Trípoli y al menos del 70% en todo el país. ¿Podemos destruir un país porque tiene una oposición del 30%? ¡En ese caso, hay que volver rápidamente a Francia pues somos más de 30% los que queremos que Sarkozy se vaya! ¿Quién va a armarnos y financiarnos?
La OTAN y Francia violaron las Resoluciones 1970 y 1973, que se creía que permitirían proteger la población libia. Numerosos civiles -incluidos mujeres y niños- murieron debido a los misiles de la OTAN. La Alianza no bombardea los lugares militares, sino escuelas, hoteles, almacenes y casas, sin ningún sentimiento y lo justifica diciendo que se trata de “daños colaterales”. ¿Cuántas víctimas ha causado la OTAN desde el principio de los bombardeos?
Francia y Qatar son responsables de la muerte de centenares de civiles, o quizá de miles. Francia y Qatar arman, financian y protegen a los rebeldes. Son esos rebeldes los que matan, violentan, destrozan, torturan, descabezan. Cometen las peores exacciones, las peores atrocidades sobre la población civil o sobre toda persona que no comparte su odio del régimen.
Numerosos vídeos dan prueba de su crueldad. ¡Son ellos a quienes apoyamos y que nos han sido presentados como la oposición democrática en Libia! ¿Pero quiénes son verdaderamente? Muchos vienen de Irak, Afganistán, Egipto, Níger y otros países de África. Son los mismos islamistas que, probablemente, combatimos en Irak y Afganistán. Así pues, un día los combatimos y otro los protegemos. ¿Cuáles son sus pretensiones? Ninguna, salvo el pillaje del país y crear el caos por todas partes donde pasan.
Es algo nunca visto: se atacó un país, matando cientos de civiles, bombardeando cientos de infraestructuras, apoyaron a rebeldes crueles, todo sin contar con informes de ninguna comisión de investigación, sin ninguna verdadera prueba de las masacres de Gadafi, solamente a raíz de artículos de prensa. Nos enteramos de que nuestro nuevo presidente BHL deseaba ayudar a Libia y en consecuencia fue necesario bombardear y sostener al CNT. Sin embargo, los libios no reconocen de ningún modo el CNT ni a los rebeldes y, pase lo que pase, defenderán su tierra y su libertad hasta el final. He aquí el testimonio de la gente que encontré en Libia. No comprenden por qué los atacan, por qué los matan y por qué destruyen su país siendo que ellos nunca pidieron nada a nadie. Las mentiras de los medios tienen una pesada responsabilidad en esta guerra. No sólo permitieron el voto de la Resolución de la ONU y el bombardeo del país, sino que también permitieron, a lo largo del conflicto, justificar las atrocidades cometidas en nombre de la “democracia” francesa.
Los periodistas saben que Gadafi nunca ha bombardeado a la población en las manifestaciones (ninguna imagen, ninguna prueba), y que las manifestaciones en Benghasi no tenían nada de pacíficas. Se armaba a los rebeldes con palos, cuchillos, sables: se pueden ver las imágenes y vídeos en Internet. Se las agarraron con las fuerzas del orden y sembraron el caos en la ciudad.
Los periodistas saben las atrocidades y las exacciones que se cometieron. Saben que estos rebeldes no representan de ningún modo a la población Libia, pero no dicen ni una palabra. Al contrario: repiten constantemente que los insurrectos avanzan y que pronto se derrocará el poder. No hay informaciones acerca de la muerte de centenares de civiles debido a la OTAN, no dicen nada de las violaciones, los actos de tortura y los asesinatos de civiles cometidos por los rebeldes.
La población libia sufre ante la indiferencia de todos. Debido al bloqueo, algunos libios carecen de medicamentos, comida y gasolina. Al amparo de la Resolución 1973, la OTAN y Francia cometen crímenes contra la humanidad. La OTAN, como organización, es responsable de los daños materiales y humanos de esta guerra. Es culpable de las consecuencias económicas desastrosas para la población libia. En democracia, es la población la que financia, y nosotros dejamos hacer, sin decir nada. En cuanto a Sarkozy, deberá responder por sus actos ante un tribunal por mentiras, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, violación de las Resoluciones 1970 y 1973 (bombardeando de civiles, armando y financiando los rebeldes). Francia no solo envió tropas para ayudar a las milicias rebeldes, sino que les proporcionó también armas y dinero.
Libia está vital y resiste. Presenta denuncias ante el Tribunal Penal Internacional, ante los tribunales belgas (jurisdicción de la que depende la OTAN), el Tribunal de Justicia europeo, los órganos jurisdiccionales nacionales de los Estados agresores. Realiza gestiones ante el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas.
¡Es tiempo de despertar y decir basta a esta propaganda mentirosa que justifica los crímenes y las masacres de la población en nuestro nombre! Los medios y nuestros políticos nos manipulan y nos mienten sobre la situación en Libia.
Imagínense un régimen que cuenta con un 30% de opositores. Otro país decide venir a armarlos, financiarlos y ayudarlos a armar un caos en todo el país. ¿El 70% restante no es mayoritario? ¿No tiene ningún derecho? ¿O será que nosotros -OTAN, Francia, Europa- defendemos el derecho de los que pueden aportarnos algo?
Aquí queda claro que nuestro apoyo a los rebeldes se debe a que Francia y los otros piensan recuperar contratos jugosos en Libia, y sobre todo robar las riquezas del país. Un libio me dijo: «¡Ahora que sus cajas están vacías, vienen a Libia reflotar sus cuentas!».
Una vez que uno ve la verdad de frente, todo se aclara. La verdadera razón de nuestra presencia en Libia no es la democracia, sino solamente el petróleo. Espero que los que lean esto tengan la curiosidad de ir a comprobar en Internet y se darán cuenta de lo que ocurre actualmente en Libia. Es necesario hacer todo lo posible para parar esta masacre, deteniendo los bombardeos y dejando de armar a los rebeldes.
La OTAN, Francia sobre todo Sarkozy y BHL deberán responder de sus crímenes ante la justicia. A nosotros nos toca hacer que eso ocurra un día y que sus crímenes no queden impunes.