El equipo de la multiestatal teleSUR, constató que varios de los muertos y heridos que llegaron este miércoles al centro de salud pertenecían al grupo de opositores a Gaddafi, lo que contradice la afirmación del CNT de que mantiene control total sobre la capital libia.
Relató que «en la mañana estuvimos en un hospital de la ciudad y pudimos ver cuando llegaban los cadáveres de cuatro personas que murieron al estallar un vehículo con una carga explosiva importante. Constatamos además que llegaron dos carros de rebeldes que transportaban heridos de gravedad».
El enviado especial dijo que este miércoles es el primero de tres días que los libios celebran una fiesta religiosa que sigue al Ramadán, recientemente finalizado, «por lo que la ciudad descansa con comercios cerrados y calles vacías».
Acotó que en medio de los disparos por los festejos religiosos, se aprecia con claridad una mezcla de intensos disparos posiblemente «de los insurgentes que se atribuyen a las celebraciones por sentirse victoriosos porque dicen que tomaron la capital».
Entretanto, la Organización Tratado del Atlántico Norte (OTAN), intensificó este miércoles sus bombardeos en la ciudad libia de Sirte (norte) y el resto de la región natal del coronel Muammar Al Gaddafi así como la zona al sureste de Trípoli, donde tanto las fuerzas occidentales como los rebeldes creen que se haya escondido el líder libio.
La coalición reforzó sus ataques el martes en los alrededores de Bani Walid (noroeste), donde alcanzó a destruir tres bases para el lanzamiento de misiles y otros equipos militares.
«Muammar Al Gaddafi sigue muy probablemente en Libia» de acuerdo con rebeldes instalados en Trípoli, que aseguran tener «derecho a matarlo» si no se rinde.
Los combatientes del Consejo Nacional de Trasnsición (CNT) dieron plazo hasta el sábado a los leales al coronel Gaddafi para que se rindan y advirtieron que en caso contrario se impondrán «militarmente».