Víctor Hugo Castillo Lara

Para entender la actual crisis financiera es imprescindible entender la lógica del sistema capitalista, el cual ha desarrollado históricamente tres etapas; el capitalismo mercantil manufacturero (se basaba en la producción artesanal), el capitalismo industrial (con la revolución industrial de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX) y la última etapa del sistema capitalista que es el capitalismo financiero.

El capitalismo financiero nace en 1944 (cuando faltaba poco más de un año para culminar la II Guerra mundial) con los acuerdos de Bretton Woods ya que se constituyen las instituciones que garantizarían la hegemonía económica imperial, surge el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, pero más importante aún, se impone el dólar como moneda de referencia internacional, por lo cual Estados Unidos se convierte en la primera y única nación en el mundo que puede imprimir dinero a placer, es decir, sin ningún tipo de respaldo (tradicionalmente se ha usado el oro como respaldo a cada billete impreso), esta característica es esencial para el surgimiento del capitalismo financiero (también llamado imperialismo por ser la etapa superior del capitalismo) ya que comienza la exportación de capitales y con ello Estado Unidos comienza a comprar y a adueñarse de las economías de los países periféricos.

En las décadas del 50 y 60 la industria norteamericana mostro un crecimiento sin precedentes, pero en las décadas del 70 y 80 este boom industrial lo mostraron países como China, India y Japón, influenciadas no solo por un óptimo nivel de competitividad de sus productos sino por las condiciones laborales tan deprimentes y tan precarias, lo que contribuyo a que parte de la industria norteamericana y europea (en búsqueda de reducir los costos de producción, al pagar menos de un dólar diario a cada trabajador) mudaran sus industrias a estos países, viéndose afectados miles de trabajadores norteamericanos.

Con la llegada al poder del Presidente Chávez en Venezuela, se rescató la Organización de los Países Productores de Petróleo (OPEP), se redujo la producción y se incrementaron los precios del crudo (apoyado también por la política guerrerista norteamericana), todos estos recursos eran depositados en los bancos norteamericanos y europeos, quienes al tener tantos activos buscaron la manera de darle circulación al capital, lo cual se hizo a través del otorgamiento de créditos para la compra de viviendas (mercado inmobiliario), la mayoría de las personas no tenían la capacidad económica para pagar estos créditos, se ejecutaron las hipotecas y los embargos y estalló la burbuja inmobiliaria, causando el deterioro de todo el sistema económico.
Los Estados Unidos y los países de Europa incrementaron los impuestos, redujeron los beneficios de sus trabajadores, aumentaron los años para la jubilación y emitieron bonos de deuda con el fin de conseguir dinero para salvar a los bancos y a los empresarios causantes de la crisis. Se lograron salvar algunos bancos y empresas pero los estados nacionales quedaron endeudados y sin posibilidad de cumplir sus compromisos para el pago de sus deudas (bonos de deuda). Por lo cual, la actual crisis financiera es el resultado de la utilización de los estados nacionales para el rescate de las burguesías nacionales en detrimento de los pueblos del mundo.

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