Oscar Bartel (*)

 

Es indignante que los centros de estudios privados quieran remmplazar las mediciones del Estado argentino en materia de pobreza e indigencia confundiendo a la sociedad y creando malestar por cosas que no existen.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC, calcula el valor de las canastas básicas con precios algo más bajos que los observados en la realidad, pues la realidad es diversa y sostiene que la pobreza es de 9,9% y la indigencia de 2,5%. Al proyectar esos porcentajes a todo el país, del parte oficial se concluye que habría 4 millones de pobres, y de ellos, casi 1 millón serían indigentes.

Un informe privado calcula que llegan hasta 29,6% y 10,9% respectivamente. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) considera que esos indicadores actualmente son entre tres y cinco veces más altos que el dato oficial : la pobreza rondaría entre un mínimo de 25,6% y un máximo de 29,6%. Y la indigencia entre 9,3% y 10,9%.

Así, los pobres serían entre 10 millones y 12 millones . Y de ellos, serían indigentes entre 3,5 millones y 4,4 millones.

Las diferencias entre ambas mediciones no se pueden atribuir a razones metodológicas. Tanto el INDEC como la Universidad Católica calculan la indigencia y la pobreza de la misma forma: comparan los ingresos de las personas y de las familias con relación a los valores de dos canastas, la alimentaria (que se toma como referencia para la indigencia) y la básica total (para la pobreza).

El problema es que difieren en calcular los ingresos de la gente y los precios de las canastas Por ejemplo, para esa tarea la UCA toma como verdaderos los precios promedio informados por una serie de oficinas de estadísticas provinciales, centros académicos y consultoras privadas. Es decir, valores más altos que los que registra la estadística oficial.

Para el INDEC a fines de 2010 una familia tipo necesitó 1.243 pesos para no caer por debajo de la línea de pobreza . Pero las mediciones alternativas estimaron el precio de la canasta básica total entre los $ 1.791 y $ 1991 mensuales. Lo mismo sucedió con el precio la canasta alimenticia que se usa para estimar la línea de indigencia.

El informe de la UCA reconoce que si se analiza el período 2006-2010, hay una caída tanto de la indigencia como de la pobreza. “Ya sea que se considere las mediciones oficiales o las estimaciones realizadas con los precios del INDEC o a través de “cálculos alternativos”.

La UCA debería tener más cuidado en sus estudios económicos.

 

(*) Oscar Bartel es Economista