
“Algunos recortes no serían necesarios si estuviéramos en una mejor situación fiscal (…) Eso significa gastar menos en programas domésticos, significa gastar menos en defensa, significa reformar programas como Medicare (programa social) para reducir el costo y fortalecerlo para las generaciones futuras”, señaló Obama en su discurso radial semanal.
Asimismo, “significa afrontar el código impositivo y reducir algunas de las deducciones y exenciones fiscales de los americanos más ricos”, enfatizó.
Ante la crisis económica que vive Estados Unidos, el Congreso de ese país fijo en mayo pasado en 14,294 billones de dólares el techo de la deuda federal.
La Casa Blanca ha advertido que esos recursos se agotarán el 2 agosto próximo, fecha en la que el país norteamericano se podría encontrar “en cesión de pagos, con efectos desastrosos para el sistema financiero mundial”.
El Ejecutivo estadounidense instó al Congreso a alcanzar un acuerdo para el próximo 22 de julio, de manera de tener el tiempo para aprobar otros recursos antes del 2 de agosto. Sin embargo, el organismo legislador se ha negado a aumentar el límite de la deuda pública a menos que este incremento se acompañe de profundos recortes de gastos.
Este viernes, el jefe de Estado de EE.UU. presionó a los legisladores polarizados a llegar a un «gran pacto», que recortaría los programas de ayuda social defendidos por sus correligionarios demócratas, pero los republicanos rechazaron de plano su petición de aumento de impuestos a los ricos.
El senador por el estado de Utah (oeste), Orrin Hatch, manifestó que “la solución de la crisis del gasto no es aumentar los impuestos (…) La única solución a largo plazo es una enmienda constitucional para un presupuesto equilibrado. Sólo mediante la restauración de las restricciones constitucionales sobre la capacidad del Congreso para gastar podemos limitar el crecimiento del Gobierno Federal».
El plan para elevar el techo de la deuda pública busca evitar caer en moratoria de las obligaciones financieras, según la advertencia del Departamento del Tesoro. Sin embargo, la iniciativa ha sido criticada debido a que se ha pedido financiamiento para las guerras que mantiene Estados Unidos en el Medio Oriente.
La deuda total de Estados Unidos supera los 14,2 billones de dólares. La cifra incluye todas las obligaciones financieras del país, excepto las deudas de las instituciones públicas entre sí. Se prevé que en 2012 el débito será mayor que el valor global de la producción norteamericana.
