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El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó este miércoles ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que los miembros de ese organismo multiestatal deben implementar políticas para hacer que el agua se respete como uno de los Derechos Humanos universales y no sea visto solamente como un negocio.

Durante su intervención en la Asamblea permanente de la ONU, el gobernante boliviano recordó que el año pasado este organismo declaró al agua como un Derecho Humano Universal, lo que para el dignatario representó un avance en pro de los pueblos más necesitados.

“Estamos convencidos de que tenemos avances desde las Naciones Unidas para resolver los derechos que demandan nuestros pueblos (…) si el agua es un derecho humano debe dejar de ser un negocio privado, y convertirse en un derecho público”, aseveró.

 

El líder también recalcó en que “no puede haber objetivos que conviertan el agua en comercio,  ni fuentes, ni empresas que puedan lucrar el agua” e hizo un llamado para seguir impulsando consciencia sobre el uso de este recurso natural.

“Queríamos compartir todas sus experiencias, aprender de ustedes como de otros, para complementarnos, para garantizar el agua como servicio público (…) porque solos sólo resolveremos algunas zonas, pero no es posible que en algunos países se derroche el agua”, insistió.

También reiteró que el recurso natural no puede ser concebido como un lujo, y mucho menos pensar en competir por el agua sino más bien “en compartirla entre todos los pueblos”.

“La declaración como Derecho Humano (del agua) nos hace reflexionar de que tenemos la obligación de ver en conjunto para idear políticas que ratifiquen al agua como tal”, añadió.

Programa Mi Agua

Por otro lado, también aprovechó la oportunidad para comentar acerca de un programa gubernamental implementado en Bolivia bajo el título Mi Agua, que espera crear consciencia “para explicar la importancia de este recurso natural que es importantísimo para la vida”.

También señaló que la idea es crear e implementar políticas para garantizar el consumo del agua a todos los habitantes, y para poder satisfacer las demandas especiales de las familias agricultoras y criadoras de ganado, que utilizan estas actividades para su subsistencia económica.

Morales resaltó que con Mi Agua, el Gobierno de Bolivia hizo una inversión 100 millones de dólares para unos 10 millones de habitantes del país suramericano.

“La tarea es buscar el equilibrio entre todos”, concluyó.

Las declaraciones del presidente boliviano se enmarcan en el primer aniversario de la declaración del agua como un derecho humano universal.

Desde la declaración, Morales calificó el anuncio como “un triunfo de todos los pueblos del mundo”.

El Presiente dijo que aunque fue difícil persuadir y concienciar a los miembros de la ONU, los países europeos, africanos y asiáticos de que el acceso al agua potable sea reconocido como un derecho y no como un negocio privado, 122 países votaron a favor de esa propuesta, ninguno en contra y hubo 41 abstenciones, entre ellos Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.

En esa ocasión, la Asamblea de la ONU estipuló igualmente que el acceso a los servicios sanitarios básicos es un derecho humano, en vista de que la contaminación del agua es una de las principales causas de mortalidad en los países más pobres.