Federico Calzada

 

El momento histórico por el que transita la región pone a prueba a las revolucionarias y revolucionarios de toda Latinoamérica,  El Caribe y el Mundo. La enfermedad temporaria de Hugo Chávez ha desatado una arremetida de la derecha fascista estadounidense y lacaya-americana que lanzó una guerra psicológica a escala mundial tendiente a instalar una matriz negativa y desestabilizadora en la conciencia de los militantes políticos y sociales venezolanos y latinoamericanos.

 

El silencio de los portavoces del imperio es el preludio de futuros planes golpistas que el departamento de estado está planificando desde sectores militares, policiales y ONGs financiados por los centros de poder militar-industrial-comunicacional para asestar así un zarpazo a los “desmoralizados” gobiernos amigos de la revolución bolivariana.

 

Las denuncias de la investigadora Eva Golinger nos han alertado sobre el financiamiento de grupos opositores por parte de los Estados Unidos en Venezuela, pero otro tanto ocurre en países como Ecuador, Argentina, Bolivia y Paraguay. Los laboratorios de manipulación psicológica están desarrollando diversos planes para dar otro garrotazo a los aliados de Hugo Chávez quienes lo habrían convencido antes de declarada su enfermedad, de ceder a las solicitudes del presidente Santos en relación a la entrega de revolucionarios colombianos como en el caso de Joaquín Perez Becerra y otros.

 

La anhelada ausencia temporaria de Chavez en territorio venezolano ha desatado además una histeria colectiva de los disociados opositores que, como prueba de la manipulación psicológica a la que están sometidos, han llegado a desear la finalización de la vida del presidente venezolano, ungido por el voto popular.

 

La secretaria de estado Clinton, solicitó informes a sus servicios de inteligencia para hurgar en el diagnóstico del presidente Chávez y lanzar una golpe suave sobre la idea del no retorno del mandatario al gobierno de su país. Esta estratégia fue desbaratada con la aparición pública y ante el mundo de un presidente en recuperación luego de haber sido operado de un tumor cancerígeno.

 

Ante el desplegué de los laboratorios comunicacionales de acción psicológica deben activarse las alarmas de las revolucionarias y revolucionarios del mundo que no miraremos de brazos cruzados como se intentará doblegar a un pueblo angustiado por la circunstancial ausencia de su lider revolucionario en el país de mayores reservas mundiales de petróleo ambicionadas por la sed de consumo del Imperio.