PressTV, Traducción por Ivana Cardinale

Millones de dólares en fondos de los contribuyentes estadounidenses destinados para un contrato de transporte afgano para promover negocios locales fueron dirigidos al enemigo Talibán, según una investigación militar.

La ayuda, parte de un contrato de transporte de 2.16 mil millones de dólares para ocho firmas que operan en la devastada Afganistán, suministra “pruebas aparentemente definitivas” de que los fondos de EE.UU. están siendo dirigidos a los enemigos de la nación, según la agencia Político.

El hallazgo es consistente con anteriores investigaciones hechas por el Congreso, agencias federales y el ejército estadounidense.

Para cuatro de los ocho contratistas de transporte hay “evidencia documentada y creíble . . . de la participación en una empresa criminal o apoyo para el enemigo”, indicó Politico.

 

Seis de los ocho tenían documentación y conducta fraudulenta.

En un caso, oficiales de inteligencia rastrearon 3.3 millones de dólares que fueron transferidos a insurgentes en forma de armas, explosivos y dinero.

Investigadores también citaron casos de ganancias excesivas, lavado de dinero y cobro de comisiones.

Los esfuerzos estadounidenses y afganos para abordar el problema ha sido lento e ineficaz y todas las ocho firmas de transporte involucradas en el trabajo permanecen en la nómina de Estados Unidos.

El Pentágono extendió en marzo los contratos de transporte por otros seis meses.

Los resultados siguieron a anteriores denuncias de que el dinero estadounidense fue inadvertidamente para apoyar un esquema de protección que benefició a los insurgentes, según Fox News.

El dinero viajó a través de varias cuentas bancarias antes de la liquidación, en algunos casos, a lo largo de líneas enemigas.

Ocho contratistas controlan cerca del 70% del negocio de transporte en Afganistán y atienden a más de 200 bases militares estadounidenses.

Ellos trabajan con contratistas de seguridad afganas, quienes llegan a acuerdos con señores de la guerra y el Talibán para permitir el paso de convoys.

Las fuerzas de EE.UU. en Afganistán necesitan hasta 4.000 camiones por semana para movilizar alimentos, combustible y armas a lo largo del país.