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El gobierno brasileño calificó hoy como una «insensatez» la posibilidad de que Estados Unidos declare el default de su deuda, que afectaría a la economía global, y expresó su deseo de que el Congreso y el Ejecutivo norteamericano alcancen un acuerdo razonable para elevar el techo del endeudamiento de ese país.
«Sería una gran insensatez que no se supere esta situación» y Estados Unidos deje de pagar su deuda, «yo espero que haya sensatez este fin de semana» declaró el ministro de Hacienda, Guido Mantega, citado por las agencias noticiosas ANSA y DPA.
El ministro formuló esas declaracciones al pronunciar hoy un discurso ante la presidenta, Dilma Rousseff, en el Palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia.
«Sería una gran insensatez que no se supere esta situación» y Estados Unidos deje de pagar su deuda, «yo espero que haya sensatez este fin de semana» declaró el ministro de Hacienda, Guido Mantega, citado por las agencias noticiosas ANSA y DPA.
El ministro formuló esas declaracciones al pronunciar hoy un discurso ante la presidenta, Dilma Rousseff, en el Palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia.
«Los norteamericanos están teniendo dificultades para enfrentar esta situación, yo hincho para que la resuelvan porque sería muy ruinoso para todo el mundo que haya un default», apuntó el funcionario, pero confesó «su aprehensión por el rumbo que están tomando las cosas».
En su discurso, Mantega no sólo admitió preocupación frente a la crisis que afecta a los países avanzados, sino que, a su juicio, ha ingresado en una nueva etapa: «Dejó de ser una crisis financiera privada y pasó a ser una crisis soberana».
«La solución no es sencilla, y se arrastrará a lo largo de los años», expresó el ministro, al afirmar que tampoco ve perspectivas de una pronta superación de la crisis en la zona del euro.
«Aun poniendo en marcha el programa de recuperación (de la deuda de Grecia), el problema en Europa se arrastrará por algunos años. No podemos esperar una recuperación rápida del continente europeo, (la crisis) se arrastrará por dos o tres años más», pronosticó.
Según el ministro brasileño, los problemas en las economías avanzadas causarán «problemas» para los países emergentes, aunque aseguró que no serán suficientes para revertir la tendencia de crecimiento económico.
«Los países emergentes seguirán creciendo, pero enfrentarán problemas», afirmó el ministro, quien agregó que la economía brasileña mantendrá una expansión alrededor del cinco por ciento al año, aunque tendrá que hacer frente, entre otros retos, a la «depreciación artificial» de las monedas de otros países, así como a la caída en la demanda por productos manufacturados.
En su discurso, Mantega no sólo admitió preocupación frente a la crisis que afecta a los países avanzados, sino que, a su juicio, ha ingresado en una nueva etapa: «Dejó de ser una crisis financiera privada y pasó a ser una crisis soberana».
«La solución no es sencilla, y se arrastrará a lo largo de los años», expresó el ministro, al afirmar que tampoco ve perspectivas de una pronta superación de la crisis en la zona del euro.
«Aun poniendo en marcha el programa de recuperación (de la deuda de Grecia), el problema en Europa se arrastrará por algunos años. No podemos esperar una recuperación rápida del continente europeo, (la crisis) se arrastrará por dos o tres años más», pronosticó.
Según el ministro brasileño, los problemas en las economías avanzadas causarán «problemas» para los países emergentes, aunque aseguró que no serán suficientes para revertir la tendencia de crecimiento económico.
«Los países emergentes seguirán creciendo, pero enfrentarán problemas», afirmó el ministro, quien agregó que la economía brasileña mantendrá una expansión alrededor del cinco por ciento al año, aunque tendrá que hacer frente, entre otros retos, a la «depreciación artificial» de las monedas de otros países, así como a la caída en la demanda por productos manufacturados.