Agencias


Expertos en propiedad intelectual y asociaciones de internautas coinciden en señalar que el controvertido canon digital, contra el que se han pronunciado distintos tribunales, y al que finalmente el Congreso le puso el martes la puntilla, debe convertirse en algo distinto que respete el trabajo de los autores, pero que sea justo en su gravamen y se adapte a la evolución tecnológica.


¿Qué alternativa debe sustituir al canon digital?.- Una tasa que grave al original y no a la copia. Debe seguir como hasta ahora, pero incluir exenciones a usos educativos y profesionales. Debe desaparecer por completo.

Para Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, el rechazo al canon por parte del Congreso llega «tarde y mal, porque a fecha de hoy, cuando el canon está jurídicamente muerto, tras las sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal de Justicia de la UE, seguimos pagando el canon y los políticos no se dan cuenta del coste que nos está suponiendo esto», explica a 20minutos.es.

Hay que abrir un debate para buscar alternativas bien hechas Domingo se muestra muy sorprendido por que se siga obteniendo dinero de un canon que hace meses que debería haber desaparecido y se pregunta por el destino de ese dinero: «¿qué está pasando con el dinero recaudado indebidamente?» y pide que se produzca «una reparación», una compensación para todos los que han pagado religiosamente el canon sin haberlo tenido que hacer y a los que todavía no se ha devuelto nada.

En cuanto a las posibles alternativas al canon, el presidente de la Asociación de Internautas propone «un canon digital en en el original, en vez de los soportes», así, dice, «el autor cobra directamente». «Sería como el modelo adoptado por el gobierno holandés», explica, y aboga «por abrir un debate, no como el que es ha hecho hasta ahora, y que busque alternativas bien hechas, y en el que estén invitados no solo las sociedades de gestión, también los internautas, como ciudadanos y consumidores».

Un canon muerto

El canon digital «está herido de muerte» y corresponde a una industria cultural que «lleva fallando muchos años y en la que el uno por ciento de los implicados se reparte el 75% de los beneficios». Así de claro hablaba el miércoles David Bravo en una conferencia en la Campus Party de Valencia.

Bravo, abogado experto en derecho informático y en propiedad intelectual, pronunciaba estas palabras horas después de la decisión del Congreso, que instaba, además, a buscar una nueva fórmula para remunerar a los autores por los derechos de sus creaciones. Un uno por ciento de los implicados se reparte el 75% de los beneficios

«Podemos pasarnos años con el debate, pero cuando terminemos -la industria cultural- caerá», por lo que hay que centrarse «no en parar» la evolución de la industria «sino en que los autores tengan reconocida su labor», ha defendido Bravo, que también ha valorado las campaña de concienciación de la SGAE en defensa de la propiedad intelectual como «un mero adoctrinamiento»,
y ha lamentado que en muchos casos las leyes de propiedad intelectual están impulsadas por grupos de presión que denuncian disfunciones que suelen ser aparentes. Además, Bravo ha dicho que «es imposible pagar» lo que se pretende sufragar con el canon, al mismo tiempo que ha defendido la necesidad de buscar fórmulas que sean compatibles con la creación industrial actual.

En un intento de buscar soluciones y, citando al economista Chris Anderson, que decía que era imposible frenar las descargas y que la única manera es compitiendo con lo que es gratis, David Bravo ha propuesto modelos freemium, como los de Spotify y Netflix, que ofrecen una parte de acceso gratuita y otra de pago.
Todavía no hay una alternativa

Por su parte, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha asegurado que el Gobierno ya trabaja en una alternativa. Sin dar plazos concretos, Sinde aseguró que se trata de una regulación compleja «que tiene que discriminar a unos usuarios de otros», y mostró su confianza en que esté ultimada en «próximas semanas». Antes de su comparecencia en comisión parlamentaria del Congreso, desde el Ministerio de Cultura aseguraron a este medio que todavía no había un plan ni plazos para la alternativa al canon.

La proposición no de ley (del PP) contempla la sustitución de esta tasa por otras «menos arbitrarias e indiscriminadas», de acuerdo con las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que la llegó a tildar de «abuso».

Diferentes modelos

Francia, que utilizaba un canon como el de España, ha sido mucho más diligente que nuestro país a la hora de aplicar la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que prohibía el canon digital a empresas y hace unas semanas eximió a las personas jurídicas de su pago.

En otros países, por ejemplo, se exime del pago del canon a los profesionales que utilicen las copias con fines educativos o profesionales, como Finlandia. En otros, como EE UU, el material protegido por los derechos de autor (copyright) se puede usar libremente si no existe lucro o se realiza con fines pedagógicos.